Llegó al Santuario en 2007, junto con Táta y Judy. Habían estado viviendo en un zoológico en Fortaleza, donde sufrieron mucho, especialmente después de que el zoológico cerrara y cayera en una situación precaria. Incluso experimentaron falta de comida y agua. Además, vivían en un recinto con poca sombra, obligándolos a permanecer en el calor y sufrir de sed.
Peter es muy fuerte, imponente y tiene una coloración de pelaje diferente a la de otros chimpancés, siendo más grisáceo en todo su cuerpo. Es reservado, pero le gusta jugar a las atrapadas. Cada vez que va a buscar comida para comer en la casita de su recinto, agarra varias bananas y otras frutas de una sola vez, quizás debido a haber experimentado hambre en el pasado y temer quedarse sin comida.
Es el padre de Marcelino, Miguel y Milan. Peter es un excelente padre, cuida muy bien de sus hijos, siempre interactuando positivamente con ellos.