Llegó al Santuario en 2014 muy delgada y triste, junto a sus compañeros Jamaica y Martín. Se adaptó rápidamente al Santuario y pronto se recuperó, llevándose bien con todos. María es muy tranquila, dócil, introspectiva y muy testaruda. Vive mejor con hembras que con machos y hoy vive con su amiga Margarete, con la paz y tranquilidad total que uno le brinda al otro. Los dos pronto se convirtieron en compañeros inseparables, hacen todo juntos y se respetan y protegen mutuamente.