Nacido en un zoológico el 20 de mayo de 2000, Johny fue rechazado por su madre. A los cinco meses fue recibido por la pareja Starostik, viviendo con ellos en su casa hasta que cumplió un año, ya que necesitaba cuidados especiales, como un biberón cada dos horas. Con esta estrecha interacción, se dieron cuenta de la importancia de brindarle a Johny un lugar apropiado para su desarrollo y garantizarle la oportunidad de convivir con otros chimpancés. Esto despertó en la pareja una causa, la protección de los grandes primates que vivían en malas condiciones. A partir de ahí, fundaron el Instituto Conservacionista Anami y no pasó mucho tiempo para que otros chimpancés rescatados se unieran al grupo. Johny vivió durante casi quince años en compañía de otros 5 chimpancés, descubriendo nuevas experiencias, especialmente con Caíque, con quien pasaba horas acicalándose y tomando el sol. A los catorce años le diagnosticaron una cardiopatía congénita que requería cuidados especiales. Desafortunadamente, no duró mucho. Johny fue el comienzo de todo, de una lucha que nunca morirá.