Macho, vivió hasta 2010 en el zoológico de Brasilia, cuando finalmente fue trasladado al Instituto Anami. Dunga se integró con un grupo de tres chimpancés hembras, Leila, Tota y Carol, con las que vivió muy feliz hasta sus últimos días.
Dunga era un chimpancé dulce, comprensivo y delicado, casi nunca se irritaba, siempre tenía la cara tranquila de quien tenía una buena vida.