PUBLICÓ LA AGENCIA ANDA
Por Dr. Pedro A. Ynterian, Presidente del Proyecto GAP Internacional
Cuando nosotros entramos en el mundo de los chimpancés hace más de 1 decada, encontramos un sistema complejo en el cual zoologicos y circos se confundían y los primates iban de un lugar al otro, ignorandose sus sentimientos y las relaciones familiares entre ellos.
Los circos usaban – y decimos “usaban” porque conseguimos, después de 10 años, erradicar esta practica retirando todos los chimpancés de circos brasileños – los bebes chimpancés hasta los 6-7 años de edad, cuando todavia eran “controlables”. Algunos prolongaban mas su uso, castrandolos, arrancandoles los dientes y sometiendolos por el miedo con violencias. Después de esas edad los cedían a los zoologicos, con un contrato de prestamo, que era renovado reiteradamente. En eses contratos había una clausula que señalaba que los bebes que porventura nacieran, de un padre o una madre prestada, pertencían al circo, el primero, y al zoologico, el segundo, y así repetidamente. De esta forma, el circo garantizaba el suministro de bebes, que podían usar por vários años, hasta que llegasen a la edad adulta y fuesen también prestados a otro zoológico.
Muchos zoologicos no se interesaban por los bebes y los vendían para los circos que prestaron el reproductor (a), o para otros circos o para comerciantes de animales que tuviesen interes. Los bebes eran retirados de las madres recién nacidos y criados por humanos ya en el circo de destino o con el cliente comprador. Conocemos varios zoologicos que negociaron mas de media docena de bebes chimpancés de esta forma. Y todo ilegalmente, ya que el nacimiento no era registrado o era registrado como un bebe muerto.
Infelizmente esta practica esdrujula entre circos, zoologicos y comerciantes de animales no era un privilegio brasileño; existía en todos los paises del mundo, especialmente en aquellos mas desarrollados, donde había mucha gente dispuesta a pagar millares de dolares por un bebe chimpancé.
Otra practica comun de los zoologicos es el intercambio de animales entre ellos, inclusive internacionalmente. En la Comunidad Europea, por ejemplo, la Associación de Zoologicos tiene comites de especies, como de gorilas, de chimpancés, de girafas, de elefantes, etc. La función de esos comités es garantizar que los zoologicos afiliados no carezcan de cualquier especie; si en la Holanda un chimpancé muere, y Portugal tiene varios, por ejemplo, uno es enviado para substituir al fallecido. Eso significa que un bebe o un adolescente, es arrancado de su núcleo familiar y enviado para integrar un grupo desconocido.
Esta practica también es comun en los Estados Unidos. Las relaciones familiares son destruidas diariamente para satisfacer las necesidades de exhibición y diversión de las poblaciones humanas que visitam esos establecimientos que se presentan para el publico como “centros de educación”, “protectores de la biodiversidad”, “conservadores de especies amenazadas de extinción”. Cuando son en verdad meros centros de diversión humana, en que los animales son un objeto substituible y accesorio.
Dias atrás, en nuestro Santuario en Sorocaba, una chimpancé de 50 años de edad falleció. Ella llegó a nosotros desde Bolivia, de un zoológico en ruinas y amenazada de ser eutanasiada por el gobierno municipal, ya que no había recursos para alimentarla y cuidarla. La chimpancé de nombre Quennie, y su compañera, Francis, que todavía está con nosotros, fueron capturadas cuando eran bebes en Africa y enviadas a un comerciante de animales en Miami, que ya tenía un pedido de un zoologico. Aquellos que dicen que protejen especies amenazadas de extinción encomiendan a cazadores y traficantes esas mismas especies, arrancandolas de sus familias y enriquecen sus colecciones de animales para divertir al público. Quennie tuvo 3 hijos y Francis 7, y todos ellos le fueron retirados a los pocos meses del nacimiento y enviados a otros zoologicos norteamericanos. El premio dado a ellas, por haber sido tan prolíficas en sus vidas, cuando ya tenían cerca de 40 años de edad fue colocarlas en un avión de carga y enviarlas al fin del mundo, en un zoologico en ruinas en la Bolivia.
Los zoologicos como entretenimiento de las poblaciones deben cesar y sus instalaciones convertidas en Centros de Conservación de Especies Amenazadas, para recibir animales que hoy no tienen un destino adecuado. El gobierno en nuestro pais, como en todos los paises del mundo, no tiene centros propios especializados para dar un destino decente y correcto, que se acerque el habitat natural de que ellos fueron arrancados, por nuestras propias acciones o omisiones, de su verdadero y natural espacio en este planeta, que es de todos nosotros, incluyendolos a ellos.
Ver el tema: www.anda.jor.br/2011/07/07/zoologicos-nao-respeitam-lacos-familiares/