Zoológicos ilegales: un desafio, una solución
publicado en 04 Ago 2011

En una materia periodistica publicada el pasado 31 de Julio, en el diario Folha de S. Paulo, sobre la problemática de los animales exoticos abandonados (no brasileños) sin destino en el pais, se conoce – lo que ya habíamos denunciado publicamente en el pasado – que mas de la mitad de los zoológicos brasileños están ilegales, sin cumplir las normas que deben seguir esos establecimientos, sin tener el permiso de funcionamiento del Ibama, que es la autoridad ambiental del Brasil.

El caso de Jimmy y del Zoológico de Niteroi, en Rio de Janeiro, desnudó ante la opinión publica la crisis que alcanza a los zoológicos brasileños, que ya llevamos denunciando hace mas de 10 años. La propia Sociedad Brasileña de Zoologicos reconoce publicamente que menos de la mitad de los zoologicos del pais (77 de 111 existentes) no tienen permiso de funcionamiento, y los que viven al margen de la ley no tienen recursos para alcanzar las reglas minimas que la ley exige, que están muy lejos de ideales para los animales que allí hospedados requieren.

El reconocimiento que 77 zoológicos están ilegales abre el camino, quizás, para resolver el problema del destino de miles de animales, que viven su infierno astral, en jaulas y recintos exiguos, y en los terribles sectores “extra” de los zoológicos, donde el publico no puede apreciar la vida miserable que ellos llevan. La conversión de aquellos 77 zoológicos ilegales en Unidades de Conservación, sin visitación publica, pasando su administración para el Ibama, acabaría con la ilegalidad, y permitiría que el maximo organo ambiental del Brasil tuviese una estructura básica en todo el pais, para dar destino a miles de animales, que hoy no tienen futuro ni chance de sobrevivir.

En aquel trabajo periodistico de la Folha de S. Paulo se menciona que hay 100 leones sin destino, y 20 osos en circos que no tienen lugar para donde ir. Nosotros somos testigos privilegiados de ese drama, ya que recibimos mensualmente las listas de los centros temporarios de recepción de animales del Ibama, especialmente de especies nuestras, solicitando abrigo para aquellos animales, y pocos lo consiguen.

En el Santuario del GAP en Sorocaba nosotros tenemos casi 60 monos capuchinos (el mono brasileño mas conocido y que se encuentra en todos el pais). No existe un zoológico en el pais que tenga esa cantidad de monos de esa especie, ya que no los aceptan. Si nosotros no los tuviesemos aceptado, muchos de ellos estarían hoy muertos. Los zoológicos brasileños, como la gran mayoria en el mundo, no cumplen su función social. Los zoológicos son lugares para diversión de humanos y no para conservación de especies amenazadas de extinción, como la propaganda de los mismos quiere hacernos convencer. Los animales no son objetos para divertir a nadie, ellos están en este planeta, dividiendolo con nosotros, y cumpliendo una función de mantener el equilibrio ambiental, que conserve saludablemente el lugar donde vivimos.

Desafiamos a cualquier zoologico, si cumple su función social, a abrir sus puertas, como nosotros tenemos abierto las nuestras, con recursos propios, sin pedir ayuda a nadie, para salvar centenas de seres inocentes que precisan un hogar desesperadamente, para recuperarse, y tal vez regresar a ser libres.

Si no pueden o no desean hacerlo, entonces dejen el camino abierto para dar abrigo a miles de seres, que fueron arrancados de su habitat natural por otros humanos sin consciencia, que los conviertieron en mercancia en el nefasto mercado negro del trafico de animales.

El desafio está ahí en nuestra frente. Demos un ejemplo al mundo de que el Brasil sabe cuidar de verdad de su biodiversidad!

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional