Stany Nyandwi es el tratador jefe del Santuario de la Isla Ngamba en Uganda que pertenece al Instituto Jane Goodall (IJG). El recibió el premio 2008 del Fondo para Conservación de la Vida Selvaje, instituido por el Disney World Entretenimientos, para destacar aquellas figuras que durante el año dedicaron su vida a la causa preservacionista en Africa. En 2007, el adjudicado fue Jonathan Kang, también tratador del Santuario de Limbe, en la Republica de los Camarones.
Pero la historia de Stany es reveladora de lo que un ser humano amante de sus hermanos chimpances puede hacer por ellos, sacrificando su vida y de su familia, así como tomando riesgos enormes. Stany nació en Burundi, en la Africa Central. En 1989 él solicitó empleo en el Santuario que se iniciaba como cocinero y limpiador y el IJG lo contrató para cuidar de aquel proyecto rudimentario. Rapidamente el cocinero se convirtió en tratador, ya que de inmediato desarrolló una relación estrecha con los jovenes chimpances que llegaban al Santuario improvisado, algunos al borde de la muerte.
Sin embargo, en los años 90 Burundi era un lugar peligroso y volatil. Su origen era Hutus y las fuerzas dominantes militarmente eran pro-Tutsi, entonces en cualquier momento podría ser trucidado por los militantes fanaticos cazadores de Hutus. Cada dia, en el medio de la noche, Stany emprendía su camino de casi 10 kilometros para llegar al Santuario. En esa época dos tratadores del Santuario fueron asesinados, y el Instituto decidió transferir los chimpances y el Santuario todo para una nueva instalación llamada Sweetwaters en Kenya. Stany tenía esposa y dos hijos. Tenía 20 chimpances bajo su cuidado. Salir de Burundi en aquel momento era ser considerado un traidor y tal vez nunca más regresar. Todo los obstaculos no fueron suficientes para minar su decisión, y un dia Stany y 10 chimpances jovenes se apretaron en un pequeño avión, y en su primer viaje aereo llegaron a Kenya. Allí quedó solo con los chimpances 6 semanas, tuvo que comprar con dinero propio comida y medicina, para mantener el grupo saludable y vivo.
Cuando Sweetwaters quedó organizado y él entrenó sus substitutos, su nuevo destino era Uganda, en otro Santuario del IJG, pero su familia no conseguía salir de Burundi. El enviaba dinero y cartas sin perder nunca la esperanza. Stany, que tiene solamente una educación basica, se expresa así de su trabajo: "Mi corazón está con los chimpances. Yo me importo con ellos como si fuesen mis hijos. Las personas matan a los adultos en la floresta y dejan a los bebes desamparados. Ellos precisan de nuestra ayuda, y que los cuidemos y los ayudemos a sobrevivir".