15/02/2015
Samantha sabe todo lo que hablamos!
En el momento no puedo ilustrar lo que presencié con Samantha y Cesar, porque a ella no le agradan las camaras fotograficas y se altera. A veces ella me permite, pero es solo cuando Ella me autoriza. Ah … Uds piensan que fotografiar chimpancés es fácil? Es solo cuando ellos quieren.
Ayer, domingo, fue un día de trabajo reduzido con el numero de funcionarios minimo (por la ley laboral brasileña). Es una calma, sin camion de entregas, sin ruidos de tractor, sin nuestra rutina diaria de servicios y mantenimiento del Santuario, solo el piar de los pajaros, y algunos sonidos de lejos de nuestros amados chimpancés conversando entre ellos. Llego bien temprano, en la hora que muchos todavia duermen, en la hora que el sol todavia no despertó, y que las luzes del carro se hacen necesarias. Llego a «todo vapor», porque hoy no tengo mi ayudante, y es una correria, haz bandejas aqui, otras allí, leche para las «hijas», en fin, muchas cosas pasan enfrente de mis ojos, más … el sonriso de un chimpancé feliz de la vida al ver las golosinas que les llevo, así como otro feliz porque va a jugar de esconde-esconde conmigo, aunque sea solo por los corredores. Ah … eso no pasa olvidado, no … Por más que nosotros sabemos de la inteligencia de eses seres, todavia no dejamos de admirarlos. No puedo guardar solo para mi lo que presencié en la tarde de ayer, entonces vamos a contar: Samantha está con su hija Sofia y su hijo Cesar, en un recinto, donde en el area externa hay casitas de cemento de dos pisos y una escalera en forma de rampa para llegar a ella desde la hierba. Llegó la hora del biberon, y Cesar todavia se está adaptando a la nueva rutina. Entonces llegué y comenzé a gritar el nombre de Cesar, asi como llamo a Sofia, a Sara y a Suzi, dando un alerta que las estoy esperando para darles la leche de la mañana, pero … nada de Cesar, solamente Sofia vino a encontrarme, y Samantha llegó en seguida atras de ella. Y Cesar … nada!!! Ahi tuve que pedir a Samantha, por favor, va a buscar a Cesar para mi, y ELLA FUE!!!. Salió calmamente, agarró a Cesar delicadamente del brazo y vino tirandolo, igualmente que una madre humana haria con su hijo bebe que no quiere obedecer, hasta la mitad del camino. Cesar es hijo de Emilio un «cabeza dura» cronico. Y ahi llega Samantha sin Cesar, nuevamente apunté a ella y le pedí, por favor, Samantha regresa y busca a Cesar, que se quedó para atras. Y ella regresó, agarró al cabezón bebe por el brazo y lo trajo para el cuarto donde yo lo esperaba. Para no correr el riesgo que él regresase, esta vez lo fue empujando por el trasero hasta el biberon, se sentó junto a el, y lo observó beber desesperadamente toda la leche, pues en la actividad constante que ahora lleva, el apetito de Cesar se multiplicó. Ellos entienden todo lo que hablamos y lo que dejamos de decir también, apenas nos observan y ya anticipan lo que tú vas a decir y hacer. Samantha fue increible de ir a buscar a Cesar para mi. Linda!!!
Merivan Miranda
Cuidadora y fotógrafa
Imágenes de los chimpancés en el Santuário de Grandes Primates de Sorocaba – SP (BRASIL)