Si existe algo que asusta realmente a los chimpancés, el viento es el primer candidato de los componentes de la naturaleza. Los hacen hasta temblar de miedo. Cuando nosotros en el Santuario del GAP de Sorocaba, en el Brasil, íbamos al bosque con el grupo de Guga, y el viento comenzaba a soplar, todos se aglomeraban alrededor de nosotros y los tratadores y se quedaban tranquilos, hasta que el viento amainase.

Cuando recibimos las informaciones del grupo de voluntarios que está acompañando a Toti, en el Zoológico de la Província de Rio Negro, nos relatan que días atrás Toti no quería salir de su refugio, ya que el viento estaba intenso y él demostraba temor. Ahora entendemos porqué aquel Zoológico es el último lugar en Argentina, donde un chimpancé solitário, que no tiene a nadie conocido y en quien confiar, puede sentirse seguro y feliz. Aquellos es un verdadero centro de torturas para cualquier chimpancé y más todavia para Toti.

Segun el grupo que cuida de Toti, los vientos que vienen de la Patagonia argentina pueden llegar a 75 kms por hora, algo que es un sufrimiento indecible para un chimpancé solitario, que nunca vivió en esas condiciones. Un verdadero martírio.

Toti debe regresar a Cordoba, de donde nunca debía haber salido, hasta venir a un Santuario en el Brasil con sus iguales, donde puede finalmente disfrutar de una vida en comunidad y feliz. Donde está hoy – entre el frio, el viento y la soledad – sus días estarán contados.

Dr. Pedro A. Ynterian

Presidente, Proyecto GAP Internacional

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https://www.projetogap.org.br/es/noticia/el-sufrimiento-de-un-chimpance/

Imágenes de Toti con los voluntários en el Zoo de Rio Negro