Posiblemente en toda su vida Terry nunca haya tocado o abrazado a algun chimpancé. En el Zoológico de Las Vegas, donde vivia solitario, solo veia humanos, que en la mayor parte del tiempo se burlaban de él al ser un prisionero.

Hace tres semanas Terry llegó al Santuario Save the Chimps, en Florida, en un rescate de emergencia, cuando el Zoológico fue abruptamente cerrado. En estos días que Terry ganó un hogar verdadero, también comenzó a tener una compañia femenina, que él nunca había experimentado antes. Indie, chimpancé tranquila y delicada, se aproximó de él hasta vencer la barrera de la soledad que los separaba, y se abrazaron e intercambiaron caricias habituales entre los chimpancés que se comienzan a amar.

Presenciar una situación de esta es lo que nos impulsa, a todos los que trabajamos en Santuarios, a continuar luchando para arrancar de la soledad centenas de seres inocentes, que nunca tuvieron la experiencia de abrazar un semejante.

Dr. Pedro A. Ynterian

Presidente, Proyecto GAP Internacional