Tanya estaba cerca de los 50 años, pero nunca se sabrá su real edad. Los centros de tortura que la hospedaron no desean dar información sobre sus prisioneros. Ella pasó dos tercios de su vida en dos centros de experiencia médica: el Centro de Investigación de Primates de Nuevo Iberia y la Fundación Coulston, en el Estado de Nuevo Mexico.
Solo en Coulston, Tanya tuvo cinco hijos, y solo dos de ellos sobrevivieron: su hija Shellie, que también vive en el Santuario de Florida y su hija Mary, que todavia vive en otro centro de tortura, en el llamado Centro de Primates de Alamogordo, en la Base de la Fuerza Aerea de Holloman.
En 2002, cuando Tanya fue rescatada después de la quiebra de la Fundación Coulston, que más tarde fue comprada por el Santuario, ella se dió cuenta que una nueva vida se presentaba para su futuro.
Tanya se hizo famosa, mientras estaba en Nuevo Mexico para ser trasladada a Florida, porque hacía previsión de tormentas que sucedian en aquella zona desertica. Cuando la lluvia se aproximava, pedia a los tratadores que cerrasen las puertas y ventanas, ya que ella odiaba mojarse. También se quedaba brava cuando gotas de agua de la limpieza salpicaban en su cuerpo.
Cuando llegó a Florida, donde las tormentas son más frecuentes, pensaron que ella no se adaptaría y quisiese quedarse recluida en su recinto, sin embargo, Tanya dió un cambio sorprendente y comprendió que alli era un local diferente, y se quedaba hasta en medio de la lluvia, así como pisaba en la hierba mojada, con los ojos fijos en las nubes y el cielo que la rodeavan.
Tanya era muy respetada por sus compañeras de grupo. Sus amigas más proximas – Little Rock, Rebel, Daisy y Andrea – le tenian un aprecio especial y diferente.
Semanas atras ella sufrió un infarto, que la dejó con una paralisis que le impedía caminar bien. Pero ella no se rendia y hacia cuestión de salir y andar por su Isla, acostarse con los ojos fijos en la inmensidad, como intentando olvidar las barbaridades que hicieron con su cuerpo y su alma, por aquellos humanos que no merecían ni serlos.
El día 20 de abril pasado, su cuerpo no resistió más y soñando no regresó más a la vida. Descanse en paz Tanya, todos en el Santuario te recordarán y admirarán por tu fortaleza de espiritu, que ni los peores torturadores conseguieron quebrar.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional