La historia se repite. Ella nació en Africa, en el inicio de la decada del 70. En 1974 apareció en la tristemente celebre Base de la Fuerza Aerea de Holloman, en Alamogordo, donde los sufrmientos para los chimpancés no tienen fecha para terminar. Al principio fue usada como cobaya de laboratorio, más tarde como reproductora. Entre 1980 y 1997 tuvo 13 hijos, todos le fueron robados literalmente después del nacimiento, nunca consiguió darles el pecho ni criar algunos de ellos. Una crueldad sin limite.
Tres de aquellos 13 hijos ya fallecieron. Cuatro tuvieron la suerte de llegar al Santuario Save the Chimps, junto con ella, sin saber es claro que era su madre. Sus nombres son: Connor the First, Logan, Moesha y Whoopie. Otros hijos todavia están en manos de los torturadores, aguardando un espacio en algun Santuario que los libre de aquella vida miserable. Ellos son: Julie y Yheo que residen en el Instituto de Investigación Biomedica de Texas. Su hijo Ziggy parece estar en el Centro de Primates de Alamogordo, y otro hijo, Barry, también parece residir en otro terrible centro de torturas, el Centro de Investigación en Primates, de Nueva Iberia.
Durante toda su vida como reproductora, solo consiguió estar algunas semanas con alguna compañia adulta, macho o hembra, pero nunca le permitieron que criase lazos de afecto con alguien. Eso ella encontró en el Santuario Save the Chimps a traves de Geraldine, su gran compañera y amiga.
Cuando los tratadores supieron que Stella no habia despertado en aquel día y todavia estaba en el dormitorio, su primera preocupación fue la reacción de Geraldine, y como eso le afectaría. Sin embargo, Stella debe haber preparado muy bien a Geraldine para aquel momento de su viaje al infinito. Geraldine se quedó con ella en el dormitorio, mientras el resto del grupo salia para la parte externa de la isla. En un momento ella agarró una frazada y cubrió a su amiga, ya ella sabía que su amiga del alma nunca más despertaria. Stella, como una estrella solitaria que fue, habia emprendido un viaje sin retorno, después de 42 años de sufrimientos y angustias por el unico pecado que cometió: haber nacido chimpancé.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional