REVISTA PLANETA: MONOS ME MUERDAN! CHIMPANCÉS SORPRENDEN EN LA INTERACCIÓN CON LOS HUMANOS
publicado en 07 Ene 2009

Los grandes primatas reconocen su imagen en espejos y fotografias, mandan besos, entran en depresión y aprecian un hombro amigo. Por esos motivos es que los miembros del Proyecto GAP defienden sus derechos.

Por Maira Lie Chao

La pareja Pedro y Vania Maria Ynterian habían acabado de adoptar a Guga, un chimpancé, que hoy tiene 9 años. Ellos seguían por la carretera, cuando un camión empujó su carro para fuera de la pista: Entonces, cuando grité: Ay, mi Dios, Guga, que todavía era un bebito, apretó mi mano como si me pasase la seguridad que nada iba a suceder, cuenta Vania. A partir de ahí cada día me sorprendía con la inteligencia de él. Todas las mañanas él se quedaba junto a mí, viéndome hacer café. El primer cafecito era Guga quién tomava conmigo diariamente. Son esas y otras historias que los llevaron a preguntarse hasta qué punto Guga era una mascota solamente.

La convivencia con el chimpancé los llevó a abrazar la causa de los derechos de los grandes primatas. Siempre que sabía que un animal estaba siendo maltratado, yo pensaba en Guga y en lo que sucedería si fuese él quién estuviese en esa situación recuerda Pedro. Él no aguantó y comenzó a acoger a las victimas de los malos tratos.

Hoy, el empresario invierte gran parte de su dinero en los 23 alqueres ( aproximado 500.000 metros cuadrados) del Criatorio Velho Jatoba y el Santuario del GAP en Sorocaba, Estado de S. Paulo. Pasa por lo menos 12 horas del día en el mismo, cuidando de los chimpancés. Después de Guga vinieron más 47, además de decenas de monos saguis, gibones y otros. Detalle: Pedro sabe el nombre de todos sus chimpancés, así como la personalidad de cada uno de ellos.

No por acaso, su dedicación a los grandes primatas fue recompensada y Pedro fue nombrado Presidente del Proyecto de los Grandes Primatas, el GAP Internacional del cual es afiliado, convirtiendo al Brasil en la sede de la institución. Creado por el filosofo Peter Singer en 1944, el GAP es un movimiento ideológico en defensa de los derechos de los grandes primatas. Para quién no sabe, existen cinco tipos de ellos: el hombre, los chimpancés, los gorilas, los orangutanes y los bonobos (chimpancés pigmeos).

Al principio el GAP no se preocupa con el rescate de los animales. Los miembros del Brasil, de todas formas, participan del movimiento ideológico así como recogen aquellos animales mal tratados y que no tienen un hogar, dándoles todo el apoyo y cuidados necesarios. El Brasil es el país más activo y actuante en la defensa de los grandes primatas. Es también el único que posee santuarios relacionados al GAP, informa Pedro. En total son cuatro santuarios familiares que abrigan 74 chimpancés.

Pedro afirma que la convivencia con estos animales hace a cualquier persona creer que ellos son personas. El empresario también insiste que cada día él aprende más con los chimpancés, además de siempre sorprenderse con la inteligencia y capacidad de ellos. El otro día estaba jugando de casita con Guga. Agarré una olla de juguete, coloqué hierba con agua y me quedé cocinando. Al día siguiente, cuando llegué para saludarlo, ya él había preparado la cocina y estaba haciendo una sopa de hojas, se orgulla la mama Vania.

En los santuarios, los chimpancés son recibidos de zoológicos y circos, donde generalmente son torturados. En circos, ellos les arrancan los dientes, son castrados (para que no se conviertan en una amenaza) y pueden llegar a desarrollar otras deficiencias. Hulk, por ejemplo, fue victima de esas agresiones. Cuando lo encontraron, ya estaba ciego debido a una infección en los ojos. Por suerte, el antiguo dueño se lo vendió a Pedro. Más tarde, un medico oftalmólogo lo operó para que recuperase parte de su visión.

Hace algunos años, surgieron leyes municipales que prohíben la entrada de circos con animales en las ciudades – Sao Paulo, Campinas (SP), Rio de Janeiro y Curitiba, son algunas de ellas (más de 50). Eso, junto con la presión de organizaciones ambientales (ONG\’s) y de la propia población, hizo que los propietarios de circos quisiesen deshacerse de los animales. Entonces, negociaban los chimpancés con los dueños de los Santuarios. Hoy, la relación de Pedro y los dueños de los circos está light. Al principio, él sufría amenazas de muerte y hasta ya fue victima de un atentado. Cuando comencé, en 2000, un chimpancé costaba en media de US$ 15 mil a US$ 20 mil. Para un circo, era un perjuicio vender su fuente de dinero, recuerda.

A pesar de los chimpancés ser motivo de los malos tratos en los circos, el empresario garantiza que es en los zoológicos que ellos sufren más. Una vez por falta de compañía, otra por stress de quedar expuestos a desconocidos. En el circo, ellos tienen relación con una persona, que puede llegar a ser de amor y cariño. En el zoológico es todo inpersonal. Y ellos sufren el asedio del publico ignorante. Se quedan de 8 a 9 horas diariamente expuestos a personas que no conocen. De ahí, les gritan, le tiran cosas. Se quedan en un stress tan grande, que terminan enloquecidos, explica Pedro.

Los chimpancés son muy inteligentes. Colocarlos en esas condiciones es como aprisionar un hombre en una jaula, argumenta el empresario. Todos los animales que fueron diagnosticados con alto índice de depresión o locura vinieron de zoológicos. Al llegar, toman medicina homeopática, como los casos de Caco y Charles, que se auto-mutilaban (se mordían y se arrancaban pelos de los brazos) para llamar la atención. Aquí lo que tengo es un hospicio para los chimpancés que rescaté y que nunca más regresarán a la normalidad. Consigo mejorar la calidad de vida de ellos, mas siempre serán locos. Es irreversible».

Lo que separa a esos primatas de nosotrosω Según la genetica, solo 0,6% del DNA. Esa diferencia pequeña los impide de hablar, leer y escribir. Bueno, ellos pueden hasta no pronunciar palabras como Ud y yo, más comprenden lo que conversamos. Cuando la veterinaria Camila Gentile se aproximó de Vitor mostrando su cara herida y diciendo Mira, me herí, el chimpancé quizo acariciar el rostro de ella. Sin embargo, por no controlar  su fuerza, podría hasta herir sin querer a la medica. No, Vitor todavía está doliendo. No toque ahí, le advirtió. Entonces, él se aproximó de la mejilla herida de Camila y le dió un beso.

Ellos nos comprenden muy bien. Hay veces que llego cerca de la reja con una botella de bebida. Entonces, habló en voz alta conmigo mismo – pensando en voz alta – no encuentro un vaso por aquí. Rapidamente, uno de ellos se aparece con un vaso, dice Vania.

Y hay más: esos animales son tan inteligentes que se reconocen a sí mismo y a otros primatas, en espejos y en fotografias. Billy, otro chimpancé del santuario, se sentó en una mesita cerca de la reja y pidió para ver las fotos que nuestra fotógrafa tiró. Karime las mostró en la propia maquina y a Billy solo le faltó dar saltos de alegría. Para agradecerla, le dio un beso sonado en la mejilla.

Debido a esos comportamientos humanos, Selma Mandruca, presidente del GAP Brasil y propietaria de un santuario en Vargem Grande Paulista (en el estado de S. Paulo), defiende a los chimpancés jurídicamente con una denominación diferente: seres humanizados. Ella justifica que ellos no son animales domesticados, como un perro o un gato, tampoco pueden ser llamados de hombres. En nombre del GAP, Selma está asesorando el caso del habeas corpus de dos chimpancés, Megh y Debby, de 3 y 4 años, respectivamente.

Ese recurso jurídico fue usado por la primera vez para un primata en 2005. La chimpancé Suiza, de 23 años, entró en crisis después de la muerte de su compañero en el zoológico. Como los chimpancés son seres sociales y no consiguen vivir solos, Suiza comenzó a tener disturbios mentales y recibió un habeas corpus para salir del local e ir a vivir en un santuario junto a los otros de su especie. Infelizmente, ella falleció un día antes de ser libertada.

La historia de Megh y Debby es diferente. Ellas nacieron en el zoológico Paraíso Perdido en Fortaleza (Nordeste del Brasil), cerrado por el IBAMA (Organo Ambiental Brasilero) en 2006. Las bebes fueron donadas para Rubens Forte, que las llevó para Ubatuba, en el litoral norte de S. Paulo. Mas el IBAMA alegó que la documentación de transporte estaba irregular y que no había aprobado previamente el santuario. Forte, entonces, transfirió el Santuario para la ciudad de Ibiuna (también en el estado de S. Paulo, en local aprobable), que fue aprobado por la institución. A partir de ahí, la propiedad ha sido objeto de procesos.

Para no perder la custodia de los chimpancés, Rubens entró con un pedido de habeas corpus en un Tribunal Regional de la Justicia, que fue negado. Para empeorar la situación, una juez ordenó la reintegración de los chimpancés a la naturaleza – lo que es una sentencia de muerte para ellas. Primero, porque el habitat de los chimpancés es en Africa. Segundo, porque ellas nacieron en cautiverio y no sobrevivirían en la selva. Delante de ese conflicto, Rubens entró con un pedido de habeas corpus en el Tribunal Superior de Justicia. En ese proceso, uno de los ministros se pronunció que era mejor analizar con cuidado la situación.

Según el GAP, ese hecho abre la discusión de los derechos de los grandes primatas. Como el habeas corpus es un recurso dado a los humanos si el mismo es concedido, el ejecutivo responsable estará reconociendo que los chimpancés son seres humanizados. Con eso, se prohibirá que sean torturados, encarcelados, usados comercialmente y en las experiencias medicas como cobayos. «Ese es el objetivo mayor del GAP, pues como seres humanizados, los chimpancés tienen derechos que no están siendo respetados», dice Selma. Después de eso, tendremos siempre una justificativa legal cuando veamos alguna injusticia ser aplicada con alguno de ellos. La definición de este caso está prevista para este año.

Pedro Ynterian anticipa que en la Justicia existen personas contra, a favor, y dudosas. Generamos una duda en la cabeza de mucha gente y eso era exactamente lo que queríamos. Creamos un debate y del mismo va a salir una conclusión mejor de la que tenemos hoy (que el animal no tienen ningún derecho), afirma. Hoy, es el chimpancé que es practicamente humano. Mañana van a ser el resto de los animales. Con el tiempo, todos tendrán que ser respetados.