UNA FAMILIA DE LEONES

Las primeras noticias de la existencia de una familia de leones en un circo en el Estado de Espiritu Santo (Norte de Rio) nos llegaron hace poco mas de 1 mes. La situación de malos tratos era evidente, sin embargo, el IBAMA (Organo Ambiental Brasilero) no podía retirarlos porque nadie los quería aceptar. El circo ya estaba convencido de que no tenía como mantenerlos y estuvo de acuerdo en la entrega a quien el IBAMA indicase. La situación de seguridad era cada vez peor, ya que la jaula se estaba deshaciendo.

Nosotros habíamos comenzado a construir dos recintos para leones, dos meses atrás, ya que teníamos que transferir dos leones llegados del Estado de Para, que estaban en recintos temporales para chimpancés. Ante la urgencia del IBAMA aceptamos las dos hembras. El tramite burocratico del IBAMA comenzó para realizar el traslado y el viernes 28 de Agosto, el representante del IBAMA, Vinicius de Seixas Queiroz, nos explicaba que existía un problema: la jaula era dupla, dos hembras de un lado y un macho del otro. Habría que sacar el macho, colocarlo en otra jaula y dejarlo en el circo o con una persona que se dispuso a cuidar del mismo por 30 dias, si le donaban la comida. Ante esa situación, autorizamos también el envio del macho. Era absurdo dejarlo para atrás, especialmente cuando nos contaron que era una familia: padre, madre e hija.

El lunes 31 de Agosto, se inició el proceso del traslado. Un nuevo problema aparecía: el circo no quería autorizar el uso de la jaula si no le garantizaban que se la devolverían, a pesar de que la misma estaba en pésimo estado. Necesitabamos de la jaula dos o tres dias, tal vez, pues uno de los recintos estaba en fase final de construcción y ya queríamos colocar los leones en su lugar definitivo, y no en otro provisorio. Ante eso, autorizamos la compra de la jaula del circo, que entonces autorizó la entrega de los leones.

Al fin del dia, después del IBAMA providenciar una grua para colocar la jaula en el camión, partieron rumbo a S. Paulo. Horas después, al anochecer, pararon en un area del IBAMA en la zona de Barra Mansa, en el Estado de Rio de Janeiro, llegando finalmente al Santuario del GAP a las 4 de la tarde del dia 1º de Septiembre. En ese momento estabamos acabando de terminar el piso del dormitorio, así que la transferencia quedó programada para el 2 de Septiembre, lo que fue realizado sin problemas. Ya la familia de leones se encuentra en su recinto final.

A través de las peliculas y fotos que están siendo producidas, será posible apreciar la situación en que se encuentran esos leones y el local donde ellos tuvieron que vivir años seguidos, que se convirtió en una verdadera casa de tortura para aquellos seres. Sarita de 9 años, Chimarrão, también de 9 y su hija Carol de 4 años, ahora pudieron pisar en la hierba, correr, jugar y alimentarse como nunca lo hicieron en su vida miserable. Si alguien todavía tiene dudas que los circos respetan a los animales, den una mirada en esta familia de leones, que son – junto con los chimpancés del Santuario – la prueba viviente del holocausto animal.

Dr.  Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional

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