En una violenta acción el ejercito rebelde, de la minoria Tutsi, que es comandado por el general renegado congolés Laurent Nkunda, ocupó el centro operacional de la Policia Florestal del Parque Virunga, que cuida de los 200 gorilas de la montaña. Los policiales florestales tuvieron que huir por los bosques para evitar ser capturados y muertos. Actualmente el Parque Nacional Virunga está en manos rebeldes y el ejercito oficial congolés y los guardias florestales se retiraron para la ciudad de Goma, a 40 km del Parque que también está sitiada por los rebeldes.

El Parque Nacional Virunga tiene 7800 kilometros cuadrados, y hospeda 200 de los 700 gorilas de las montañas existentes, una especie que está en grande peligro de extinción. Cincuenta policiales florestales cuidan del centro operacional y patrullan el area donde los gorilas se mueven para evitar cazadores y madereros.

El ejercito rebelde de Nkunda estaba cerca del Parque, pero nunca decidió tomarlo por asalto como lo hizo ahora. Samantha Newport, portavoz del Parque Nacional, comunicó por teléfono desde Goma, donde está refugiada que «la situación en el Este del Congo es muy peligrosa», y calificó la acción de los rebeldes como «de extremada audacia», ya que hasta ahora ellos habían  respetado el Parque. «El gran peligro – según ella – es que los gorilas se vuelvan victimas del fuego cruzado entre los rebeldes y el ejercito congoles.»

El conflicto congoles desde 1998 ha cobrado mas de 5.4 millones de vidas humanas y mas de otros 45.000 mueren mensualmente en las luchas entre las facciones Hutus y Tutsis, que también generaron casi 1 millón de muertos pocos años atrás en la vecina Ruanda.

Las fuerzas de las Naciones Unidas son insuficientes para restablecer el orden, y la mediación internacional no ha dado los frutos esperados. Solo una intervención profunda de la comunidad mundial puede devolver la paz al area.