Proyecto Gran Simio denuncia el alarmante aumento del tráfico de grandes simios sin que se estén tomando ninguna medida a nivel internacional
publicado en 17 Jun 2023

En abril del presente año, Daniel Stiles, investigador independiente sobre el comercio de vida silvestre durante más de 20 años, ha publicado un informe de la organización Iniciativa Global que advierte sobre el problema del tráfico de grandes simios en África. Una triste realidad silenciada, pero que, lamentablemente, en estos últimos años ha aumentado gravemente.

Desde hace años, Proyecto Gran Simio venía denunciando en distintos foros y en los medios de comunicación, la existencia ahora corroborada y avalada por el informe de Stiles “Bosques vacíos”, sobre el genocidio silenciado de las poblaciones en libertad de grandes simios, que son capturados unos para el comercio ilegal y otros para la venta de la carne y sus derivados. Dentro del tráfico internacional, los bebés capturados en libertad son  blanqueados por medio de CITES falsificados de nacimiento en cautividad, entrando de lleno en el mercado de venta mundial. CITES permite el comercio y venta de especies en peligro de extinción, como los grandes simios,  que hayan nacido en cautividad. Un grave error por donde se cuela el tráfico internacional y que Proyecto Gran Simio solicita sea excluido de la normativa CITES.

El informe añade que  en medio de un número cada vez mayor de rescates, en muchos casos de bebés simios, que terminan saturando los santuarios africanos, existe una creciente demanda de animales salvajes como mascotas, productos de entretenimiento y exhibiciones en zoológicos, especialmente en Medio Oriente y Asia. Todo hecho posible gracias a una sólida red de negocios en Internet, en los últimos años aprovechada por el poder y la “inmunidad” de los canales de las redes sociales y perfectas redes criminales que actúan bajo el paraguas de corrupción de altos cargos políticos y funcionarios.

Junto a la destrucción de hábitats, el resultado que se genera es la disminución de la progresión geométrica de las poblaciones en estado salvaje. Stiles y otros expertos experimentados en esta dinámica de tráfico internacional de grandes simios afirman con certeza que la principal causa de tal impunidad es la corrupción que contamina la trastienda de autoridades e instituciones que deberían estar fiscalizando y evitando el comercio ilegal.

Stiles también señala que organizaciones que deberían ser estratégicas en su rol de velar por la protección de las especies, como CITES – Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas, máxima autoridad que regula la importación y exportación de fauna y flora, y GRASP – United Nations Great Primates Survival Alliance y UICN,  fracasan en su misión.

La captura de crías de granes simios suele requerir la matanza de la madre y de los simios mayores que se encuentren en las inmediaciones (entre cinco a quince individuos). En muchas partes de África Occidental y Central, los grandes simios son cazados por su carne. Además de la carne de los adultos  que se venden en los mercados y restaurantes de la ciudad, también hay un negocio de diversas partes del cuerpo, como cráneos, manos y pies, que se utilizan en la medicina tradicional o en rituales o incluso se exportan a coleccionistas.

El informe aclara, que mientras que algunos grandes simios mueren durante la cacería real, otros mueren más tarde como resultado de heridas, enfermedades o malos tratos durante el cautiverio. Los gorilas bebés son particularmente difíciles de mantener con vida después de la separación de la madre. Las estimaciones indican que mueren entre cinco y diez grandes simios por cada uno capturado. Los dos países de origen más activos para el suministro ilegal de grandes simios son la República Democrática del Congo y Guinea. Ambos tienen una larga historia de redes criminales organizadas transnacionales involucradas en el comercio de numerosas especies vivas de vida silvestre, especialmente aves, reptiles y primates.

China es uno de los principales destinos del mundo para los grandes simios utilizados como accesorios fotográficos y actores en zoológicos comerciales y parques de safari. En las décadas de 1950 y 1960, se establecieron numerosos zoológicos en China, además de muchos zoológicos más pequeños en los Parques del Pueblo. Para 1990, el número se había disparado de unas pocas docenas a 1.970 establecimientos de diversos tipos que albergaban animales. Durante los siguientes 20 años, el número de 1990 se multiplicó por 10 a 19.823 parques y zoológicos de vida silvestre, según datos recogidos en el informe de Stiles.

Proyecto Gran Simio que ha contactado con el autor de este informe y  ha comentado que su trabajo no ha tenido la repercusión y acciones necesarias urgentes para parar el tráfico de grandes simios, agradece encarecidamente la atención dada al mismo por la ONG Gran Simio  y su involucración en denunciarlo públicamente.

Este gran trabajo de campo de Daniel Stiles que ha estudiado sobre el terreno paso por paso las rutas que sigue el tráfico ilegal de grandes simios y recogido en su informe “Bosques Vacíos. Cómo la política, la economía y la corrupción alimentan una gran vida tráfico de simios”, se lo hemos entregado a la Subdirección General de Biodiversidad, bosques y desertificación dependiente del  Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico y enviado igualmente a la Oficina Central de análisis de información sobre actividades medioambientales del servicio de protección de la naturaleza de la guardia civil (SEPRONA), para su envío a la Interpol. Las Organizaciones internacionales no pueden obviar este grave informe que recoge un tráfico de grandes simios silenciado y el CITES debe buscar de forma urgente un cambio en sus Anexos para que no sea permitida la venta y libre circulación de grandes simios nacidos en cautividad y evitar de esa forma la falsificación abusiva y corrupta de informes CITES que alimentan el tráfico y el negocio”, ha declarado Pedro Pozas Terrados Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España).

Para Pozas este silencio en el tráfico de grandes simios supone un fracaso en la lucha por la conservación de las especies protegidas y además de depurar las responsabilidades, se debe de poner fin de inmediato a la concesión de CITES que ampare el libre comercio para los nacidos en cautividad, sabiendo que es una de los principales causantes del trafico por su fácil falsificación.