Durante más de 50 años, centenas de Chimpancés fueron torturados – sin misericordia – en laboratorios de pesquisas biomédicas en los Estados Unidos, financiados por el propio Gobierno de aquel país, a través del National Institute of Health(NIH), que bancaba las pesquisas con la connivencia de las multinacionales farmacéuticas.
La historia de Rebel, un Chimpancé que todavía sobrevive, después de las barbaridades cometidas en contra de su propio cuerpo, en el Santuario Save the Chimps, en Florida, debe ser leída y releída, para que nunca más la raza humana, cometa crímenes que hieren a la humanidad.
Rebel, nació en el 1990, en el instituto Coulston (Un Centro de Reproducción y Torturas en el Estado de Nuevo Méjico, ya cerrado). Su mamá, Minnie, nunca consiguió acogerlo en sus brazos, por algunas horas. Su papá, Sampson, ni supo que él nació. Cuando tenía apenas dos meses de edad, fué sometido a la primera experiencia médica. Cuando tenía 11 meses de vida, fué colocado en una jaula de transporte y envíado a un centro de tortura en Maryland. Vivió allá, durante 5 años, completamente aislado. Una vez por semana, en todos esos años, tuvo su sangre extraído y la maldita aguja era introducida en el hígado, para realizar una Biopsia dolorosa. Existe tortura más grande que ésta? Los profesionales que hacían eso, semana trás semana, no sentían nada? No tenían la más mínima compasión, de ver un ser aterrorizado, esperando por el próximo pinchazo, clavado en su cuerpo frágil?
Cuando tenía 6 años, fué colocado en otro cajón de transporte y envíado de vuelta, al Centro de Torturas de Nuevo Méjico, adonde había nacido. Después de vivir una vida de soledad, se sintió aterrorizado, cuando lo colocaron en otra jaula, con otro Chimpancé. Ante su inesperada reacción, lo sacaron de allí y lo dejaron en una jaula solito, durante 6 años.
Cuando el Santuario Save the Chimps, asumió el control del Centro de Torturas, que fué a falencia, abrigando a más de 200 Chimpancés, encontraron a Rebel solito en su jaula. Él ya tenía 12 años de edad.
Meses después, Rebel fué para Florida y hoy vive con un grupo de Chimpancés, que también pasaron por experiencias semejantes. Son los Sobrevivientes de la Crueldad y Maldad Humana. Es la Prueba de que la Raza Humana – en muchos lugares y diferentes situaciones – Nunca fué Humana.
Dr. Pedro A. Ynterian
Secretario General, Proyecto GAP Internacional