Portavoz Alfa
publicado en 28 Nov 2011


CUESTIONES SIMIO-SAPIENSIS

Caco, Serginho, Luke, Vitor, Bongo, Alex y otros tipos peludos y traumatizados que enamoran, se automutilan, toman tranquilizantes y se masturban en Sorocaba.

Luis Henrique Ligabue

Caco, un sujeto fuerte y peludo, de 27 años, está limpio. Hace más de 4 años consiguió abandonar el Prozac sin que las alucinaciones regresasen. Los demonios se fueron, pero por el resto de su vida estará sometido a recaidas. Usa Florales de Bach de manera profiláctica, para reducir la ansiedad. El mayor problema de Caco es la automutilación.

Criado en una cuna esplendida, rico como pocos, Caco fue adoptado por un matrimonio de inmigrantes checos y se convirtió en un objeto mimado. Nunca precisó dividir su cuarto y todos sus deseos eran atendidos. En la infancia paseaba por Curitiba (ciudad del Sur del Brasil) en una Mercedes-Benz. Pero no era enpinado, por el contrario. Simpatico, lleno de dientes, era solo sonriso. Adoptado por los mayores fabricantes de tejido no tejido, material usado en la producción de pañales, vivía en la fabrica de la familia. Adoraba el pequeño Zoologico que había por allí y era mantenido como hobby por sus padres. Fue justamente allí que sus dificultades comenzaron.

Sucedió en su adolescencia, cuando recibió una compañia femenina por la primera vez. Celosa del enamorado elegante, la compañera agresiva mordió la mano de la suegra. Resultado: Caco fue puesto en la solitaria. Pero no perdió todas las regalias. Paseaba por la fabrica, distribuía abrazos, y siempre buscaba una forma de escapar. En una escapada quedó animado de más: saltó sobre carros estacionados, invadió salas y jugó con los computadores y los papeles de la oficina. Sólo se tranquilizó cuando el padre adoptivo llegó y lo abrazó.

A medida que crecen, los chimpancés pasan de bebes peludos a enormes problemas, con uñas, dientes, pies y manos potentes. Con Caco no fue diferente. El hecho de ser un Pan troglodytes se impuso al mundo cuando él tenía 10 años y tuvo que ser transferido para el zoologico de Curitiba.

Como no se adaptó, fue transferido de Curitiba para Sorocaba. Ganó una jaula diminuta de piso de cemento y paredes de rejas. Peor, quedó sujeto a la visitación publica, a la exposición total. Caco no entendía por qué su vida había cambiado de aquella forma. Las personas llegaban llenas de alegria, haciendo piruetas, queriendo jugar y él respondía con muchas heces, golpes y movimientos frenéticos. Las personas reían y él se quedaba más furioso, parecía que las quería matar y ahí encontraban su reación graciosa. Angustiado, comenzó a clavarse las uñas en las piernas, cada vez con mayor intensidad, hasta arrancarse grandes pedazos de carne. Gritó, gritó y no paró más. Las heridas cada vez mayores infeccionaban. Los visitantes ya no veían gracia en él.

Caco comenzó a recibir dosis de Valium. Quedaba soñoliento, abatido, medio bobo. Recibió la medicación durante 6 años, hasta no hacerle más efecto. Las mutilaciones reaparecieron a un intervalo de cada 45 dias. Un veterinario convenció a los directores del zoologico que la única salida de Caco estaba en el Santuario de Grandes Primates, cercano a la ciudad. El Santuario de Sorocaba hace parte del Great Ape Project, el GAP, un movimiento internacional que lucha por los derechos de los grandes simios-bonobos, chimpancés, gorilas y orangutanes.

Para se llegar al Santuario de Sorocaba, es necesario tomar una pequeña via de tierra a la altura del kilometro 90 de la Carretera Castelo Branco (en el Estado de S. Paulo). En el paisaje montañoso se destaca un complejo de muros de concreto que recuerda una carcel. Siguiendo el camino, hay un corredor de muros altos. Más enfrente, hay un area de hierba con cerca electrica, donde llueve barro. Es Luke, un gigantesco chimpancé de 17 años que recibe a los convidados con pelotas de tierra. Un poco más adelante, en un túnel aereo de rejas, está Vitor: alto, fuerte y amenazador, en el vigor de sus 14 primaveras. Vitor golpea las rejas, escupe, grita, deja claro quién manda allí, a pesar de tener un solo brazo.

Luke es goianio (nació en el Estado de Goias), tiene inclinación a las artes y trabajó en un circo. Le agrada disenãr desde que era pequeño, así como correr, jugar y desamarrar los tennis de los visitantes, además de tirar objetos en los transeuntes. Durante algun tiempo, implicó con humanos, pero sus restricciones disminuyeron bastante en los ultimos tiempos. Sin embargo, chimpancés machos él no acepta ni de lejos. Vive en un area de tierra y hierba de 7 mil metros cuadrados. Como é experto, percibió que es mejor respetar la cerca electrica, do que viver atras de grandes muros.

Vitor, el grandon, perdió el brazo izquierdo cuando era muy pequeño, en el criatorio donde nació en el estado de Parana. No se sabe la causa de la mutilación, pero la infección fue tan grande que hubo que amputar. Perdió valor como mercancia y fue vendido para un circo como si fuese una pieza de un muestrario, con el descuento respectivo por las averias de la exposición. La cara de bravo y los modos rudos son una fachada para espantar a los desconocidos – y esconden un corazón tierno. El recibe a los amigos con un gran sonriso.

Caco estaba ultrasensible cuando llegó al Santuario en la Navidad del 2001. Cualquier cosa podía desencadenar una nueva crisis, que provocaba que los otros chimpancés se alterasen. Llamado para evaluar su caso, un psiquiatria recetó Prozac liquido. Como los chimpancés aman tomar medicinas – mas un nexo perdido de la evolución? – el efecto fue rápido. Ocho meses más tarde el aceptó la compañia de July, una chimpancé de 18 años que vivió en circos y zoologicos. Paciente y suave, ella tiene ojos castaño claro y, a pesar de los pelos blancos en su rostro, es bien atractiva: le agrada ser saludada con besos en el dorso de su mano. July también venera refrigerantes de cola; hace cualquier cosa por una botella grandona dele. Fue esa simpatica figura que ayudó a Caco a superar las fases más dificiles del tratamiento. Pero la cara gorda y la mirada sufrida dejan transparecer lo que ella pasó.

July lo ayudó, pero tiene miedo de él. A pesar de no se mutilar más, Caco se desespera al ver humanos desconocidos. Comienza a golpear en todo, arremete contra el muro, en las rejas, no percibe lo que está enfrente, ni la pobre July. Por eso, viven en uno de los recintos más alejados del Santuario, un lugar tranquilo, con vista para un pequeño lago. Son felices a su modo, cada uno con su vida, y con sus momentos de cariño mutuo.

Yuri, un individuo medio jorobado, de 30 años, es un marco en la historia simiesca nacional: hasta ser rescatado, en mayo del 2009, era el último chimpancé circense en actividad. Gusta mucho de humanos por que pasó la mayor parte de su vida literalmente rodeado por ellos – y por motocicletas. Yuri es un motociclista especializado en el Globo de la Muerte. Piloteaba una moto incrementada, motor dos tiempos, escape con puntera, tanque rojo y ruedas de aros pequeños. Se colocaba el cazco protector para corridas, dispensaba las botas y allá iba él: vrrruuummm. Poca gente sabe, pero Yuri es fanático por la Argentina. Como todos los miembros de la familia Ayres, originarios de la orilla porteña del estuario del Plata y compuesta por circenses especializados en el Globo de la Muerte, hace varias generaciones.

Después de rescatado, Yuri nunca más pilotó. Hoy vive con Nancy, Lucy y Noelzinho. Luego que llegó tomó un correctivo de Nancy. Al final, era tan solo un extraño. Lucy que tiene 30 años, es esbelta y gusta de andar en pie… Ella se quedaba solo observando a Yuri y su joroba, adquirida por decadas en jaulas y motocicletas. Acabaron se aproximando. Noelzinho, el primer hijo de Lucy que no fue arrancado de ella, llegó estableciendo contacto, dando golpes en las espaldas del novato. Se puede decir que Yuri vive bien, a pesar de no tener más la adrenalina del Globo de la Muerte.

Un amigo de los viejos tiempos de Yuri es Alex, un argentino que conserva el cuerpo atletico y la barriga planita. También oriundo de circo, entiende bien español y portugues, a pesar de no conversar en ninguna de las dos lenguas por una mera cuestión evolutiva: simios no hablan.

Todavia joven, Alex demostró potencial para la exhibición circense y luego los humanos le buscaron una forma de prolongar la carrera bajo la gran carpa: le arrancaron todos los dientes. Vivía con el tratador, un gran compañero de ejercicios. Se despertaba y corría para las barras. En los viajes se acostumbraron a dividir el cuarto. Alex iba al baño solo, durante la noche, sin nunca haber sido acusado de ensuciar el inodoro, posiblemente por orinar sentado en el vaso sanitario. Baño de puerta cerrada, como se sabe, preserva la relación.

Alex gusta mucho de humanos, sobretodo de humanas. Solo que no puede ser mujeres conocidas, como las tratadoras y veterinarias, muy conocidas para él. Quién no gusta de esta historia es Carolina, una orejona de 28 años, ex-compañera de Luke. Ella vive con Alex, por quién es completamente apasionada y muere de celos. Pero, lo que parece es que, Alex no se interesa por sexo. Carolina se esfuerza y hasta se vale de trucos humanos – por ejemplo, la técnica usada por Monica Lewinsky para conquistar a Bill Clinton. Pero la mente perturbada de Alex lo hace fijarse solo en rubias, las cuales él no resiste, poniendose a recordar a Onan siempre que las ve.

Otro que tiene la misma predilección por rubias es Bongo, un angolano gordo y buena gente de 15 años. El vivió en Portugal, y vino para el Brasil para evitar ser sacrificado, después de vivir con una hembra bonobo que fue vendida y lo dejó sin casa y sin destino. En Sorocaba lleva una vida de principe. Ganó un recinto espacioso, con árbol y piscina. Como es “voyeur”, Bongo se queda en las ventanas, acompañando la rutina de los vecinos Luke y Vitor.

Pero él no gusta de compañia. Monica, una joven beldad, fue a vivir con él y terminó agredida. Justamente ella, una mimada que siempre gustó de comida en la boca y de caricias, fue tratada a golpes y puntapies pelo brutamonte hirsuto. Ella desconocía la historia anterior de Bongo, el trauma de su separación de la hembra y su preferencia por el biotipo Scarlet Johansson y por el sexo solitario.

La masturbación frenética es un sintoma comun entre los chimpancés de cautiverio, costumbre que los hacen perder interés por las hembras. Bob sabe de eso. Al recibir el desayuno, se queda excitado y se dedica al autoerotismo. Desarrolló una técnica extraña, usando los pies, y lo repite seis o siete veces al día. El vivía en un circo muy pobre, y por eso su edad es desconocida y se sospecha del motivo de su compulsión por comida. Otro habito de Bob es la lectura, o mejor, el deshoje de las revistas durante sus comidas: son siempre dos, no importando el tema. Tal vez Bob desease una lectura de cuño más sensual, pero la revista Caras ya lo satisface. El contempla pagina por pagina, y las arranca en lugar de virarlas.

Si comparado con Luke, el que tira barro en los visitantes, Bob está lejos en sus costumbre. Cuando llegó al Santuario era fanático de botas de goma. El calzado lo remitia al antiguo tratador en el circo, que lo llevaba a pasear. Sinonimo de libertad, las botas se convirtieron en pretexto para la masturbación repetida – diez, quince, hasta vente veces por día. El placer aniquila: Luke quedó flaquito, flaquito. Pero él gustaba de modelos recientes de calzado, y, para empeorar las cosas, tenía ejaculación precoz. Bastaba un tratador acercar el pie con la bota nueva en la reja para que… en fin. El tratamiento del desvio se hizo por la abstinencia y hoy Luke está recuperado, a pesar de algunos olvidos.

Jimmy tiene el mismo “fetiche”. En su caso son zapatos femeninos. Como es crudo, desprecia las puntas finas y los tacones Louboutin, prefiriendo modelos utilitarios, como la famosa Bota Siete Leguas, modelo usual en el GAP de Sorocaba. Vivió once años en un recinto que más parecia una jaula. Su locura era tan grande que practicó coprofagia. La batalla por su rescate comenzó una década atrás, cuando el GAP denunció por primera vez al zoologico por maltrato. Desde entonces una serie de acciones en la Justicia convirtieron a Jimmy en un simbolo. Sus defensores proponían que los grandes simios pasen de objetos de derecho, que incluye a todos los animales, a un nivel intermediario, por lo cual se beneficiarían de un habeas corpus. Pero Jimmy no quiere saber de esa historia, desde que llegó, gusta de subir en lo alto de su plataforma, para apreciar la vista por arriba de los muros, y dormir. Ahora come realmente comida – yogurt, frutas, dulces – y está siendo introducido, lentamente con Samantha que no usa botas.

Los chimpancés beben litros de agua de una vez. Son sedientos por naturaleza. Con el contacto humano, algunos desarrollan el paladar y adhieren a los refrigerantes, como July, y otros al alcohol, caso de Lilico. El tenía fama de violento, pero desde que llegó al Santuario nunca fue agresivo. La fama debía estar ligada a su evidente feiura. A los 37 años es particularmente carrancudo y tiene la boca tuerta y caida. Y no es eso solamente. Es calvo, orejudo, tiene cejas gruesas y aquella mirada penetrante que da el aspecto de medio loco. Siempre fue inquieto. Su escape del Zoologico de Bauru contribuyó para aumentar su imagen de generador de conflictos. Fue encontrado en las afueras de la ciudad, en una mesa de un bar, tomando cachaza (bebida brasileña similar al ron) en compañia de 3 alcolatras. Cabeza dura, no quería abandonar la mesa, de donde sólo lo arrancaron después de desaparecer algunas dosis de bebida más tarde.

Tienen destaque en la lista de los mal encarados Tyson y Jeber. Son suizos, nunca tuvieron una vida fácil y sufrieron para se adaptar al Brasil. Trabajaron duro en el Circo Le Cirque, en Brasilia, donde fueron confiscados por las autoridades por maltrato. Tuvieron los dientes arrancados, fueron castrados y vivían en jaulas pequeñas, amarrados por el cuello y llenos de parasitos intestinales. Mentalmente perturbados, a los 21 años no consiguen convivir con otros chimpancés. Pero aceptan, con restricciones, la compañia de humanos. Jeber es más tranquilo, en cuanto Tyson, un eterno desconfiado, no para quieto.

Más triste que la historia de ellos solo la de Hulk. Además de arrancarle los dientes y castrarlo, lo dejaron ciego con un “tratamiento” con agua hirviendo en los ojos. Conforme planificado lo convirtieron en un muñeco, que sólo salia del lugar guiado. Usando ropas, fue adiestrado para sentar y abrazar a quién estuviese a su lado. Cada foto no sofa con Hulk costaba cerca de 15 dolares. Con eso, circuló en las altas ruedas y tiene fotos con mucha gente famosa. Hizo pequeños papeles en novelas, comerciales, frecuentó fiestas, inauguraciones, cockteles, nuevos emprendimientos. A pesar de su nombre brutal, es un sujeto de clase, educado y disciplinado.

El llegó al Santuario de Sorocaba en marzo del 2008. Un cirujano oftalmologo lo operó y, después de quince años sin ver, Hulk, con 34, salió de la recuperación de la mano de su tutor, corrió solo y abrazó un árbol de eucalipto. Llegó a recuperar 70% de la visión del ojo izquierdo, no teniendo la misma suerte del otro lado. Pasó a vivir con Catarina, que tiene 30 años de trabajo en shows y eventos con niños, y por eso gusta de usar ropas. Por el amor de Catarina, Hulk aceptó vivir detrás de los muros. Prefirió su compañia a los 7 mil metros de hierba y cerca electrica, que él respetaba y ella no. A los 37 años solo tiene ojos para la amada.

Figura notable es Pedro, un vero alfa dominante. Diferente de sus subordinados tiene apellido: Ynterian. Barba blanca milimetricamente diseñada, calvo y de rasgos marcantes, caso de su nariz prominente. No es peludo y siempre andó vestido. A pesar de los recién-cumplidos 72 años, continua en la activa y gusta de usar las mismas ropas de trabajo en el Santuario: tennis de corrida, gorra, pantalones jeans, camiseta azul fina, y una blusa cortaviento. Conoce a los simiescos todos por su nombre, y anda entre ellos distribuyendo besos, abrazos, comidas y dulces. Hace y recibe cariño, mete la calva grande para que Billy lo bese o le tire cualquier eventual suciedad. Tratado con una mezcla de alegria y reverencia es el gran jefe del Santuario.

Pedro Ynterian tuvo una vida conturbada. Cuando entró en la Universidad Santo Tomás de Vilanueva, en la Habana, donde nació, estudió microbiologia y se metió en politica. Se unió al movimiento rebelde de Fidel Castro y apoyó la derrocada del dictador Fulgencio Batista. Más tarde, se insurgió contra los comunistas, fue preso, libertado y se estableció en Miami, en los Estados Unidos. Participó del atentado que bombardeó el Teatro Blanquita, en la Habana, donde Fidel debía hablar. Desistió de regresar para la isla y terminó en el Brasil como representante de una firma de pruebas de laboratorios.

Se hizo rico. Años después, en 1999, en el segundo casamiento, adoptó Guga, un bebe chimpancé de pocos meses que era una gracia. A partir de las necesidades del bebe, crió el Santuario y enfrentó la lucha contra los explotadores de grandes primates: los circos y zoologicos. Como lucha por la paz, nadie lo hostiliza. O mejor, casi nadie. Charles no lo soporta, negocios de odio a primera vista.

Hijo de angolanos, Charles nació en Lisboa y llegó al Brasil a los 8 años de edad. Fue para el zoologico de Ribeirao Preto (estado de S. Paulo) y vivió solo, expuesto al publico. Nunca le agradaron los desconocidos y tenía trauma de las vacaciones escolares, cuando la visitación aumentaba. Comenzó a morder sus propios brazos. A los 21 años es un gigante gordo y de mal talante que adopta veterinarios y tratadores. Odia solo a Ynterian, intensa e incondicionalmente. Ya intentó atacarlo varias veces. Durante dos meses, Charles se aproximó a él en el horario que él servía las comidas. Relajado, el cubano se distrayó y llegó cerca del orificio de entrada de las bandejas de alimentación. Charles lo agarró brutalmente por el puño e Ynterian solo se salvó al tener la manga larga de la blusa arrancada. Charles insiste en atraer a su victima predilecta. Siempre muestra una botella vacia, para que le den agua en la boca.

El Prozac dejó a Charles impotente. Vive solo porque ya agredió a Frances y a Queenie, sus amigas inseparables rescatadas de un zoologico en Bolivia. Cómo no se conseguía relacionar con las compañeras en sus momentos fertiles, les mordía el trasero. Ellas son las moradoras mas viejas del Santuario. Frances es temperamental y conserva cierta jovialidad, a pesar de un abundante pelo blanco en su rostro y sus más de 50 inviernos. Queenie, que murió poco tiempo atrás, era pequeña, robusta, pocos pelos y aire zen-budista. Vió sus padres ser asesinados y pasó a odiar a todo y cualquier Homo sapiens. En julio, amaneció con un sangramiento agudo. Como detestaba el bicho-hombre, no hubo tiempo de tratarla. Frances quedó inconsolable.

Pongo es también radicalmente antihumano. Su aversión comenzó a los 5 años de edad en el zoologico de Belo Horizonte. Muy apegado a la madre, fue puesto a vivir con otro chimpancé, de quién sufrió agresiones. Dos años más tarde, fue transferido para un zoologico particular en Fortaleza (Nordeste Brasileño). Por un problema de superpopulación, el Zoologico recibió otros 4 chimpancés, Peter, Tata, Judith y Vitoria – Pongo pasó dos años en una jaula, humillado y cultivando animosidad contra el genero humano. Nunca se recuperó. En Sorocaba, agredió a July, Carolina, Tuca y Lulu. Tiene 25 años, es gordo, ansioso y goloso. Gusta de observar otros chimpancés de lejos. Con la mirada perdida, conversa con los pies y las manos, en el maximo lleva un dialogo con las paredes o con cualquier otro objeto de su paisaje. Tiene visiones, pero no toma Prozac ya que no se mutila.

Chimpancés sufren en cautiverio, pero nunca lloran. Los de circo son castrados y sin dientes para reducir la agresividad y prolongar la vida util, que llega en media hasta los 7 años. Ya los animales de zoologicos presentan daños psíquicos debido al aislamiento y a la exposición, lo que es fatal para seres como ellos, extremamente sociables: la locura es practicamente una consecuencia cierta. Como cerca de 80% de sus huespedes vinieron de circos y zoologicos, el Santuario está más para un hospital psiquiatrico que para un “spa” de recuperación.

El lugar donde viven Guga, Claudio, Emilio, Billy Jr, Carolina, Samantha y Dolores, sin embargo, lo que parece es un paraiso. A excepción de Dolores que vino de un circo, todos nacieron y fueron criados sin trauma. Guga, el hijo adoptivo de Pedro, tiene 12 años y es el alfa. Inteligente y conciliador, gobierna en base de la amistad. Claudio, de 10 años, gusta de desafiar a Guga. Quiere ser dominante, era lo que se esperaba al ser hijo de Gilberto y Lulu, ambos alfa. El problema es que Claudio quiere comandar usando la fuerza y colecciona enemistades.

Ya Emilio es un dulce. No liga para esa historia de jerarquias y es un amigón de Guga y amigo de las hembras. Es una amistad y tanto ya que copula con las 3, ya que Guga no es celoso y permite el amor libre en su grupo. Billy Jr. y Carolina son hermanos. Ella, 9 años, una flor de simpatia. El, 8, provocador, vive huyendo de los golpes de Claudio, que lo persigue, buscando protección al lado de Guga, que lo ampara.

Dolores llegó a Sorocaba directo del Parque Beto Carrero World, que durante años disputó con Pedro la posesión de varios individuos. Es loquita y es el blanco de Billy Jr. que la persigue. Ella grita y allá viene Guga para calmar los animos. Samantha, llena de personalidad, es especialista en escape, y se convirtió en la prueba maxima para avaliar nuevos recintos del Santuario. Otra especialidad de Samantha es la procriación: es madre de Sofia, 2 años, Sara, con uno y Suzy, con 4 meses. Pero como no sabe alimentar a sus hijos, será impedida de tener otros. Suzy, abandonada por la madre, es criada por una tratadora humana, que le da biberones cada cuatro horas.

Selma, una madre humana, se quedó compadecida entre el abandono de Samantha por la Suzy. Su pasión por primates viene de la infancia, pero su obsesión renació al conocer a Serginho, en 1998, cuando fue al Circo Garcia. Dió un salto en la silla cuando supo que el pequeño estaba disponible para fotos y tuvo un ataque de lloro cuando lo mantenía en su regazo. En aquella Navidad recibió a Serginho de regalo. Su familia se había aproximado del grupo lidereado por Carola, dueña del Circo Garcia.

Fue en esa epoca que Pedro Ynterian, en fase alfa expansionista, comenzó a buscar a Carola: quería que el clan de ella se juntase al suyo. Llevada por la amiga al Santuario, Selma se apasionó por el lugar y pasó a asesorar al GAP en sus acciones judiciales. En una de ellas, rescató a Judy, que fue a vivir con Serginho y Selma. Serginho ya recibía la visita de Ana, su hermana, y de Camila, del grupo de Carola.

Serginho continuaba creciendo dentro de la casa, convencido de que era un humano. Tuvo una crisis cuando fue transferido a los 9 años, para el recinto especialmente construido para él, con dormitorio, salón de alimentación, area cubierta y un area con hierba y tierra con juguetes de madera. Adormecia en el regazo de Selma, o de su madre, Vilma, viendo novelas. Adoraba la novela La Padroeira, pero no gustaba del personaje de Elizabeth Zavala, que golpeava a niños – cuando aparecía le tiraba objetos. Hasta hoy duerme en una cama con colchón, enrollado en tres frazadas, una en el medio de las piernas, otra en la cabeza y otra cubriendo el cuerpo.

Además del cuarto, tiene televisión propia ya que adora asistir a peliculas, sobretodo diseños animados con bichos. Es fanático de Animal Planet, pero no le gustan los predadores, comenzando por el cocodrilo traicionero que ataca al incauto gnu mientras bebe agua. Cuando asiste, Serginho intenta avisar al pobre infeliz, gesticulando y gritando alto. Hace algunas semanas comenzó a asistir “Una Noche en el Museo”, con Ben Stiller, pero aquella cosa de esqueletos de dinosaurios corriendo lo asustó. También gusta de hacer diseños con pincel y pintura y solo va a dormir después de lavar bien las manos. Obviamente, se deleita cepillando los dientes. Juega con muñecos, uno en cada mano, acostado en la cama, con las piernas cruzadas. Tiene varios de ellos, como el de la Caperucita Roja, los tres puerquitos y el lobo feroz. Diviertese con una linterna: hace juegos de sombras y se cuida de que la enamorada Camila no se coma las baterias.

Como Camila hace confusión, Serginho evita que ella entre en su cuarto. Sabe que ella va a destruir su colchón. Vanidoso, es especialista en fotos: cuando le piden para simular “un tigron” exhibe sus enormes caninos que sobresalen de su boca. Tiene dientes asustadores.

El se acostumbra a despertar de mal humor, a las 8 horas, para recibir una leche caliente. Después sale y se queda en la hierba, con Ana, su hermana mayor, y con Camila – a quién enamora cuando no hay nadie viendo. Al final de la tarde se recoge para recibir su tratamiento de lujo: se sumerge en una bañadera con 30 centimetros de agua tibia, espuma, shampoo y acondicionador. Secador con aire caliente es obligatorio al final del baño. Prefiere cortar las uñas por la noche antes de dormir. Ahi Selma o Vilma entran en el cuarto, y él solicita masajes, después de estirarle los dedos de los pies. Ahi gana un poco de caricias en su cabeza. No le agrada retribuir. Si alguien insiste, levanta un dedo y da dos o tres leves caricias. Es macho alfa convicto.

La estilosa Judy también tiene sus rituales de belleza, con huevo crudo y uñas pintadas. Tiene predilección por pintura de uñas coloridas y odia manchas: espera la pintura secar de manos abiertas. Toma baño de spray de agua, apuntando los lugares donde el spray debe ser dirigido. Levanta brazos, piernas y se vira para que le esfrieguen sus espaldas y su trasero. Su preferencia son las toallas pequeñas.

El trabajo de Pedro Ynterian lo llevó a la Presidencia mundial del GAP. Hoy, él relata lleno de orgullo, el Brasil es uno de los paises más avanzados en el respeto a los grandes simios. Ynterian consiguió erradicar el trabajo esclavo en circos y fomentó el surgimiento de cuatro Santuarios afiliados al GAP en el pais: Sorocaba, con 53 huespedes; Parana, con 23; Vargem Grande Paulista, con cinco, e Ibiuna, con 2 Pan troglodytes.

Si bien que en la pelicula Planeta de los Simios, el lider de los rebeldes exclame No!, los primates, repitase, no articulan los sonidos. Ya Pedro Ynterian tiene voz firme y lenguaje politico. Su acento español y el habito inmutable de comer banana frita en absolutamente todos los almuerzos ayudan a determinar su origen cubana y rebelde. “El dia que ellos consigan hablar, los simios poderán vivir integrados con los humanos”, dice. Mientras tanto, él será su portavoz.

Fonte: Revista Piaui – Edición 62 – Noviembre 2011 (en portugues)

http://revistapiaui.estadao.com.br/edicao-62/questoes-simio-sapientis/porta-voz-alfa