Como ya hemos comentado en este espacio, nosotros descubrimos que los chimpancés adoran tuneles y pasarelas, sin embargo, hay algunos que son verdaderos fanáticos por los mismos y desputan su uso, cuando tiene que ser compartido.
Bongo es un chimpancé nacido en Angola y que llegó de Portugal al Santuario, donde vivia con una familia que lo salvó de una muerte segura al rescatarlo del mercado de Luanda. Es muy humanizado, ya que vivió especialmente en Lisboa en una casa con muchas arboles, junto con una chimpancé-bonobo, que fue su compañera varios años. Bongo vive solitario, ya que no se adaptó con ninguna de las compañias que le presentamos en el Santuario de Sorocaba.
Billy es un chimpancé que desde bebe vivió en un circo, donde también fue humanizado tanto por el dueño del mismo, como por su hija, con quien dormia. Billy no tiene proximidad con chimpancés, lo que le gustan son los humanos, y en especial las mujeres. Billy también rechazó otros simios, incluindo a su compañero de circo, Tião, cuando los colocamos juntos, disputando comida.
Bongo y Billy viven en recintos vecinos, separados por un extraordinario tunel, que sirve a ambos y que cruza un area de bosque denso, que antiguamente era un rio. En ese tunel suspendido, construimos una sala en el medio del mismo, para que ellos pudiesen contemplar la naturaleza a su alrededor, ya que en esa area, además de mucha vegetación, circulan animales selvajes y muchos pajaros.
El tunel en realidad es de Billy, ya que fue el quien llegó primero a aquel recinto. Bongo llegó más tarde. Ambos son parecidos, Billy tiene miedo de altura y no sube más allá de 5 metros de altura, y Bongo, que dispone de dos grandes arboles que podria escalar, nunca intentó hacerlo.
Billy se instaló en aquel tunel, adonde lleva sus revistas, su comida y sus frazadas, y estableció su dormitorio.
Bongo se queda día tras día, en la puerta de acceso a ese tunel, solicitando para los tratadores y nosotros que se lo abran para disfrutar de aquel espacio.
El recinto de Billy también tiene un acceso a una pasarela, que cruza uno de los caminos internos del Santuario, y lo lleva a otro tunel, que se conecta con el recinto de Pinho y Nega, que estes también usan, pero no con tanta frecuencia como los dos chimpancés. Para compensar a Billy por la perdida temporaria de su tunel, y Bongo lo use, le abrimos el acceso a la pasarela, y de esa forma, él no se queda bravo con nosotros.
El problema creado es la dificultad para sacar a Bongo del tunel, ya durante las horas del día, que estamos por allí circulando, él se esconde en el tunel, y solo por la noche va a dormir a su dormitorio. Estamos intentando sorprenderlo durante la noche, para cerrar su acceso al tunel y devolverselo a Billy.
Ante esta situación, ya tomamos una decisión, vamos a construir una pasarela o un tunel para uno de los dos, cuando terminemos los dos nuevos recintos que están en fase final, así antes del fin del año no será necesario que esa polémica continue.
Yo ya le dije a Bongo de nuestra decisión, no creo que él me entendió, o tal vez pensó que yo lo estaba engañando, ya que cada vez que me ve, pide que le abra el tunel, mientras Billy se queda serio del otro lado, cuidando que no le cerremos la puerta de entrada al mismo.
la vida para ellos se ha convertido en la posesión de aquella extraordinaria estructura, que sin lugar a dudas, para muchos grandes simios que viven cautivos, amarian disfrutarla.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Projeto GAP Internacional
Imágenes de los recintos de Billy y Bongo en el Santuario de Grandes Primates de Sorocaba – SP (Brasil)