Por Carlos Subirá ( El Español)
Durante una excursión escolar al zoológico de Madrid cuando tenía 15 años, Pedro Pozas (Espeluy, Jaén, 1958) se desvió del grupo y subió unas escaleras: «Vi una especie de mono y me acerqué a él. Se puso a mirarme con el rostro triste. Cogió un trozo de papel que había en el suelo de su jaula. Y empezó a limpiarse, como si se secara una lágrima«.
Pozas prosigue, evocador, su relato: «Parecía una persona. Después me miraba fijamente. Con una tristeza tremenda. Yo salí de allí huyendo. Me acuerdo perfectamente de que me dije a mí mismo que, en cuanto pudiera, tenía que defender a estos seres«.
En ese momento, Pozas aún no sabía que aquella criatura tan sorprendentemente similar a los seres humanos era un orangután, una de las siete especies y subespecies de los grandes simios no humanos de la Tierra, junto a gorilas, chimpancés y bonobos: «Tampoco sabía qué eran los grandes simios, pero comencé a leer. Así arraigó mi amor por ellos«.
Esta primera experiencia en el zoológico, que tanto inspiró una vida dedicada a los grandes simios, se vio alimentada por otros factores: «Félix Rodríguez de la Fuente marcó muchísimo mi vida. Él plantó la semilla del ecologismo en los corazones de muchas personas que le tienen como referente«, explica Pozas, imbuido de pasión. Y añade: «Los libros de Julio Verne me encantaban. Eran auténticas aventuras que estimularon en mí el afán por la investigación y la ciencia«.
Homínidos no humanos (Asociación Cultural y Científica Iberoamericana, 2024), el libro de Pozas, se hace eco del informe de 2003 del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En él se evaluaron los hábitats actuales subsistentes o «poco alterados» de las diferentes especies de homínidos no humanos, a fin de determinar qué porción de los mismos permanecerá intacta para 2030.
Al presente ritmo de desarrollo de infraestructuras, se prevé que en 2030 quedará apenas un 10% de la superficie del hábitat del gorilaen países como Nigeria, Gabón, Ruanda y Uganda. Esto supone una pérdida de superficie anual de 4.500 km².
En el caso del chimpancé, quedará un 8% de superficie de su hábitat actual, lo que representa una pérdida de superficie anual de 9.070 km² en países como Guinea, Costa de Marfil y Gabón.
El bonobo, una especie que únicamente existe en la República Democrática del Congo, verá la superficie de su hábitat reducida a un 4%, lo que se traduce en una pérdida anual de 2.624 km².
En las islas de Sumatra, Borneo en Indonesia y en Sarawak y Sabah en Malasia, quedará menos del 1% de superficie del hábitat actual del mayor de los grandes simios, el orangután, con una pérdida de superficie anual de 4.697 km².
Tras haber desarrollado una destacada carrera profesional en los Cuerpos de Seguridad del Estado, los últimos 25 años en el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) le han servido a Pozas para estimar que, en la actualidad, puede haber entre 150 y 175 grandes simios (con la excepción de bonobos) en cautividad en España.
Paliar la situación de sufrimiento de estos homínidos, así como terminar con su comercio ilícito, responsable de la diezma de sus poblaciones salvajes, dotan de su sentido al Proyecto Gran Simio (PGS), una organización sin ánimo de lucro que comenzó su labor activista en nuestro país en 1999.
Compañera de Pozas en los esfuerzos ecologistas del PGS, Paula Casal, su presidenta en España, describe la génesis de la iniciativa: «El Proyecto Gran Simioes un libro editado por Peter Singer y Paola Cavalieri en 1993, en que participaron Jane Goodall y muchos otros, que dio lugar a una organización dedicada a defender tres derechos básicos para los grandes simios: que no les maten, no les torturen y no les encarcelen«.
Entre las páginas de Homínidos no humanos nos topamos con las claves de la batalla legislativa emprendida por PGS en España. La primera iniciativa parlamentaria fue admitida en el Congreso de los Diputados en 2006, pero la medida no prosperó. Sin embargo, en 2008, la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de los Diputados aprobó finalmente la iniciativa en todos sus puntos.
Casi cinco años más tarde, en febrero de 2013, el Gobierno firmó un Real Decreto que prohibía la experimentación con grandes simios en España.
Y es ahora, después de las negociaciones llevadas a cabo con la actual Dirección General de los Derechos de los Animales, dependiente del Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030, cuando por fin ha llegado un Anteproyecto de Ley de grandes simios en 2024.
Esto refleja «toda una revolución legal» que trasciende nuestras fronteras, «con casi 50 casos en los tribunales en que jueces y abogados se refieren a sus derechos y personalidad jurídica, y ganan habeas corpus y recursos de amparo, como ha ocurrido con el chimpancé Johny el pasado mes en Colombia», explica Casal.
En Homínidos no humanos, Pozas lleva a cabo un alegato en favor de la extraordinaria proximidad genética que nos une con los grandes simios del planeta.
Nuestros estrechos lazos de sangre con estos homínidos se entienden mejor a la luz de la comparación del genoma humano y el de los chimpancés, con una diferencia de secuencias de ADN del 1% y casi el mismo número de genes: 25.000.
Casal, actualmente profesora de derecho en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, ha desarrollado una teoría del origen de la inteligencia en distintas especies. «El desarrollo convergente de las capacidades cognitivas y emotivas en los grandes simios, los grandes delfínidos y elefantes se debe a que, en contraste con otras especies, tenemos poquísimos hijos«, explica.
Y zanja: «Invertimos muchísimo en su educación. Por eso tenemos que ser especies longevas (y, por tanto, grandes) para que valga la pena educarnos tantos años. Y estamos evolucionando en esta dirección«.
Homínidos no humanos es una obra que condensa la trayectoria vital y profesional de su autor, Pedro Pozas, quien ha dedicado su vida a luchar por la protección jurídica de nuestros hermanos evolutivos, los grandes simios no humanos.
Su protección, tal como señala el profesor de Filosofía Moral de la Universidad de Jaén, Francisco Garrido Peña, en el editorial de la obra, es una tarea que redunda en nuestro propio beneficio, pues «no hay nada más adaptativo que la simbiosis y la cooperación interespecífica«.
Dentro del naturalista, aventurero, investigador, ecologista y ciudadano del mundo que es Pozas encontramos latiendo, apasionadamente, al poeta de los grandes simios: «He puesto vuestra voz / en libros y pasiones, / en la tribuna del Congreso / y en mi pecho / con amor«.
***Carlos Subirá, autor del reportaje, es alumno de la segunda promoción 2024-2025 del Máster de Periodismo de EL ESPAÑOL/UCJC.