Nace ya marcado para morir
publicado en 19 Ene 2011

LA FALTA DE RESPETO CON LA BIODIVERSIDAD

“Tiene criador que primero lo adormece con eter. Yo confieso que no tengo tiempo, porque llego a matar 200 en un unico dia. Aguanto la chinchilla por el rabo, dejandola de cabeza para abajo. Entonces, agarro el pescuezillo de ella y la viro para arriba, en un angulo de 90 grados. Allí doy un golpe, una estiradilla. Con eso corto la medula espinal de forma rapida y sin dolor, ella muere instantaneamente. Es el ruido de un palito de diente quebrandose – cuenta Carlos Perez, argentino, criador de chinchillas en el Brasil.

Ellas viven exactos 360 dias, nacen con fecha marcada para morir. Es un animal lindo, limpio, tranquilo, que matarlo de esa forma es pura cobardia, mas todavia cuando es para hacer abrigos con su piel (200 animales para hacer un abrigo), para vestir gente que no sabe lo que hacer, al menos algo constructivo, con el dinero que posee.

El Brasil produce 70 mil pieles por año, Argentina 100 mil y el resto del mundo 30 mil. China tiene la capacidad de comprar toda la producción mundial, para vestir a sus nuevos millonarios capitalistas.

Si desea todavia indignarse mas, lea la materia completa (en portugues), en el Cuaderno Alias, del periodico O Estado de S. Paulo, del domingo 16 de enero de 2011, pagina J8. Y todavia reclamamos cuando la Naturaleza cobra de los humanos su falta de sensibilidad, su incompetencia y su crueldad frente al medio ambiente que nos rodea.

Al menos el diario tuvo la sensibilidad de cerrar el articulo, con las declaraciones de Fabio Paiva, de la organización de defensa de la biodiversidad Holocausto Animal, que dijo: “Esa conversación de que los animales criados en cautiverio para ese fin no sufren es mentira. Animales no son propiedades del ser humano. Apropiarse indebidamente de ellos y matarlos ya es sinonimo de sufrimiento. No importa si es indolor o no, la muerte es la muerte siempre. Y matar animal para llenar la vaciedad existencial de alguien no es algo que se deba hacer”.

Dr. Pedro A. Ynterial
Presidente, Proyecto GAP Internacional