MURIÓ UNA LUCHADORA
publicado en 11 Feb 2009

Nunca conseguimos saber su verdadera historia, de donde ella vino y por cuántos lugares ella ya pasó, solo supimos que dió a luz 3 hijos, que por suerte todos fueron rescatados por el GAP, para darles una vida decente y libre de la explotación humana.

Tata murió el día 11 de Febrero, cuando intentábamos prolongar su vida, ceifada sorprendentemente por un cáncer agresivo en la boca, que en pocos meses venció su espíritu y su fuerza de vivir, lo cual los humanos no habían conseguido lograr, con todos los sufrimientos que le hicieran padecer.

Tata era madre de Luke y Guga, que están en Sorocaba, y de Johnny, que está en Curitiba. Los tres hijos le fueron retirados a los pocos días de su nacimiento y vendidos a comerciantes que los repasaron a otros humanos, hasta que el GAP quebró la cadena de infamia, y los llevó para sus santuarios.

Cuando ella llegó al santuario poco mas de 8 meses atrás, tenía una herida pequeña en la boca, parecía un afta, en dos meses había crecido mucho y comenzamos a tratarla con medicamentos, pero no había regresión. El Dr. Roberto Elias, cirujano de cabeza y pescuezo y el Dr. Giancarlo Polesello, de S. Paulo, le hicieron una biopsia e intentaron retirar la mayor parte de la lesión. La biopsia diagnosticó una lesión cancerigena. En dos meses el tumor estaba de vuelta, con mayor fuerza, ya invadiendo la quijada y dificultando la masticación. Ella se negaba a tomar cualquier medicamento. La aislamos algunos días, pero decidimos regresarla a la compañía de Hulk, que era profundamente apasionado por ella y que no entendía la separación. Sabíamos que el desenlace era cuestión de días o semanas, y que lo mejor era estar libre para ir y venir, por sus varios recintos y cerca, acompañada por Hulk.

Una luz apareció al fin del túnel, un tratamiento reciente con descarga eléctrica, no invasivo, que podría ser realizado, tal vez, ayudase a reducir el tumor y al menos prolongar algunos meses su vida. El Dr. Roberto y el Dr. Orlando Parise Junior, oncologista, ambos del Hospital Sirio Libanes de S. Paulo, fueron al Santuario de Sorocaba el día 11 de Febrero, a fin de iniciar el tratamiento que consumiría 4 horas, durante el cual ella debería permanecer anestesiada. Dudamos que su corazón resistiría, en el ultimo procedimiento ella casi tuvo parada cardiaca. Esta vez, su corazón decidió que era el momento de parar, y ahorrarle el dolor de un «enemigo» tan agresivo que se escondía en su cuerpo.

En uno de los procedimientos que realizamos con ella, cuando fue anestesiada, dos meses atrás, Guga estaba cerca de su recinto, él sabía que era su madre biológica. Yo tenía explicado para él reiteradamente y él había convivido con ella algunos días después de su llegada. También él sabía que algo estaba sucediendo con ella y estaba muy preocupado. Yo estaba con él en la cerca e intenté salir para acompañar la anestesia que la Dra. Camila Gentile estaba aplicando, pero él me pidió para quedarme y me agarró de la mano, llevándome al otro extremo de la cerca, desde donde casi se podía ver donde su madre – que gemía – estaba. Él me pedía que yo hiciese alguna cosa, pero yo no tenía como explicarle de mi impotencia de ayudarla, así que solo intenté calmarlo, lo que terminó sucediendo cuando la anestesia hizo efecto y paró de emitir sonidos.

Lo triste de esta historia es que ahora que sus dos hijos estaban juntos a ella, después de años de abandono y sufrimiento, y que su compañero Hulk la amaba, y no tendría que sufrir mas el asedio del publico, el «enemigo» que se escondía en su cuerpo, completó la obra absurda en que los humanos habían convertido su vida.

Que en Paz descanse!

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional