Los muros
publicado en 27 Sep 2012

Periodistas y camarografos que nos visitan, a veces en la primera caminada por el Santuario del GAP, en Sorocaba, Brasil, nos indagan: Por qué los muros? Nosotros también, cuando comenzamos el Santuario, nos questionabamos de la misma forma. La experiencia de más de una decada viviendo con los chimpancés, ahora nos da la respuesta.

Existe alguna prisión humana de alta seguridad en el mundo que no está rodeada de muros?
Esta es la primera condición para considerarla segura. Dentro de los recintos de aquellas prisiones existen seres inteligentes, creativos, observadores, insistentes, que desean la libertad. No importa que sean humanos modernos, como los Homo sapiens, o primitivos, como los Homo troglodytes.

Las cercas electricas, fosos, barreras acuaticas, que son utilizadas en algunos lugares a fin de evitar las fugas, ya fueron sometidas a prueba por ambos tipos de Homos y todas fueron vulnerables. La única garantia de seguridad continuan siendo los muros.

Cuando comenzamos a construir el Santuario, haciamos recintos pequeños de muros, conectados con cercas electricas de millares de metros cuadrados. En aquella época los chimpancés eran bebes, obedientes, y no habían llegado a la edad de la voluntad propia o de la razón. Sin embargo, existía una gran limitación nocturna, ellos debian entrar en la parte murada al anochecer, como una garantia de seguridad. El riesco de dejarlos sueltos durante la noche era muy alto.

Cuando ellos comenzaron a entender las cercas electricas y probar diversos medios para evitar el choque electrico, y así poder abrirlas y escapar, la pesadilla estaba instalada. Entonces, decidimos cambiar la estrategia y hacer grandes recintos solo de muros, que tendrían una extraordinária ventaja: los chimpancés serían libres allí adentro – dia y noche – y fue lo que hemos hecho.

Actualmente, no existe zoológico ni santuario, de que tengamos conocimiento, que no encierra sus miembros antes del caer de la noche, en los dormitorios. Al fin y al cabo, aquellos infelices quedan «libres» menos de ocho horas por día y 16 horas prisioneros dentro de dormitorios, que en los zoológicos son verdaderos antros de horror, a los cuales el publico no tiene acceso.

Los chimpancés del Santuario del GAP en Sorocaba viven en recintos de varios miles de metros cuadrados, donde pueden circular sin restricciones, tanto en la parte de los dormitorios y comedores, como en el area externa, livremente durante las 24 horas del día. Algunos duermen fuera cuando el tiempo está con calor, en las casas existentes o en las plataformas aereas, de donde tienen acceso a una visión de decenas de kilometros a su alrededor.

Esto, sin duda, mejora la calidad de vida de ellos, ya que no se sienten controlados, ni limitados en su libertad de ir y venir. Cuando comenzamos a construir recintos de muros, siempre colocamos muchas ventanas, para que pudieran tener una visión amplia de la vecindad, así como las plataformas aereas, que pasan la altura de los muros, y les permiten una visión a larga distancia. Algunos chimpancés llegan a dormir en aquellas plataformas durante toda la noche.

El cautiverio es una desgracia, y más todavia, para seres que no cometieron ningun delito, pero que tienen que vivir de esa forma, ya que es la única forma que la sociedad humana ha creado, para administrar los errores cometidos al sacarlos a la fuerza de su habitat natural.

Los chimpancés entienden la situación en que ellos están, y de hecho, cuando alguna fuga ocurre, debido a puertas abiertas o errores de manejo, que ellos detectaron y aprovecharon, nunca salieron del Santuario. Siempre se limitaron a visitar a sus compañeros en otros recintos o ir a la casa-central del Santuario, que para aquellos que casi nacieron allí, representa la cuna que los acogió al nacer.

Cuando eran bebes y hasta los ocho años de edad, los llevabamos cada mañana a uno de los bosques del Santuario, en grupo, en un vehiculo de transporte. Allí se quedaban sueltos, jugando en los arboles, disfrutando de aquel ambiente distinto. Cuando dabamos la voz de partida, todos subían en el vehiculo y regresaban con nosotros a sus recintos. Nadie nunca se quedó para atrás o intentó huir y quedarse en el bosque. Ellos desde pequeños ya apreciaban la seguridad que le brindaban sus recintos, donde no existían peligros ocultos. La seguridad para los Homos – modernos y primitivos – es el factor principal que marca la calidad de vida que desean. Los muros, tristemente, también le brindan a ellos la misma seguridad.

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional

Fuente en portugues:
http://www.anda.jor.br/27/09/2012/os-muros