AMERICAN JOURNAL OF PRIMATOLOGY

Ya relatamos aquí anteriormente, nuestras observaciones sobre el comportamiento de los chimpancés ante la muerte. Como los humanos, ellos se sensibilizan ante ese acontecimiento, expresando sus emociones en gestos y gritos, y durante un cierto tiempo mantienen el luto por algun pariente o amigo fallecido.

Ahora, un trabajo publicado en el American Journal of Primatology, llega a las mismas conclusiones, a que nosotros y otros observadores del comportamiento de los chimpancés, ya habíamos llegado. El Instituto Max Planck de Psicolinguistica, en un estudio llevado a cabo por la Dra. Katherine Cronin y Edwin Van Leeuwen, en el Santuario Chimfunshi, de Zambia, afiliado a PASA – Alianza de Santuarios Panafricanos – comprobaron el entendimiento que los grandes símios tienen sobre el significado de la muerte y la tristeza que crea en ellos.

Doug Cress, director ejecutivo de PASA, que publicó las observaciones de los cientificos europeos, declaró: “Este estudio confirma lo que muchos ya sabemos desde hace tiempo – que chimpancés y humanos comparten las emociones mas allá de la identidad genética”. Y anadió: “La perdida de un bebe es triste y confuso para las madres humanas, por qué debería ser diferente con las chimpancés?”

Las madres chimpancés son muy ligadas con sus bebes, que alimentan de su pecho hasta mas de 4 años, y los protejen constantemente, prolongandose esta actitud después de la lactación.

Recordamos cuando la chimpancé Lulu murió, que su amiga más intima en el grupo, Margareth, expresó claramente su pesar. Cuando la retiramos del dormitório, para enterrarla, pedí que parasen un cierto tiempo el cuerpo frente al comedor donde el resto del grupo estaba. Margareth cuando vió el cuerpo de su amiga sin vida, gritó, lloró y salió corriendo para no tener que contemplarla muerta mas. Margareth sabía que su gran amiga la había abandonado para siempre.

El Dr. Mark Bodamer, profesor de Psicologia de la Universidade Gonzaga, que también colaboró en este estudio en Zambia, comentó: “era una materia de tiempo y condiciones de obsrvación ideales, para que la reacción de los chimpancés ante la muerte fuese registrada y sometida a analisis, lo que nos revelaría su gran similitud con la de los humanos”.

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Projeto GAP Internacional