Las primeras 48 horas de Jimmy
publicado en 15 Jul 2011

SANTUARIO DE SOROCABA

Jimmy llegó por la noche y de la jaula de transporte, pasó por un túnel aéreo, que lo llevó a su dormitorio. Todavía adormecido por el efecto de la anestesia, necesaria para colocarlo en la jaula de transporte, andaba titubeando. Por la mañana ya estaba mejor. En su primer día en el Santuario, había muchos profesionales del área de prensa y él estaba un poco asustado. A las 10:00 hs de la mañana del dia siguiente, abrimos la puerte que comunica con la parte externa de su recinto. Por primera vez, Jimmy puso sus piés en el cesped, tal vez por primera vez en su vida. Caminó despacio, recorrió los más de 3.000 metros cuadrado de su recinto, compuesto de dos áreas cerradas; una cobertura y tres pisos, con plataformas suspensas para acostarse.

Por el aspecto de su mirada, sabíamos que él no estaba creyendo haber salido de aquella «jaulona» miserable, donde vivió por más de 10 años; estaba en una «casa» decente, que le permitiría correr, jugar, saltar y practicar todos los ejercicios, propios de su espécie. Rapidamente, percibió que en el recinto al lado, tenía compañía; tal vez también, por primera vez en su vida, veía de cerca a una chimpancé joven, Samantha y su hija Sofía de 2 años; que se morían de curiosidad para conocerlo.

En las primeras 24 horas, Jimmy nunca anduvo tanto. Debe haber recorrido los 3.000 metros cuadrados, más de 10 veces; su cupo de un año de caminada, dentro de la «jaulona» en que vivió, andando en círculos. Por la tarde, demostró que había recobrado su apetito, comió frutas, tomó yogurt y jugos. Él, ya estaba comenzando a creer que no se trataba de un sueño, como tantos otros no realizados, que tuvo en su vida de sufrimientos.

Al día siguiente, con 48 horas en el Santuario, Jimmy corrió por primera vez; quizás también, por vez primera, que lograba correr en algún lugar. Fué a la ventana y le dió un beso a Sofía, que se volvió de espalda en sentido de amistad. Comenzó a cultivar una rápida y extraordinaria curiosidad por sus vecinas. Entró en el comedor y me pidió que abriese el túnel, para juntarse a ellas; pero eso no es posible en el presente momento; puesto que, el procedimiento de aproximación, va a demorar un buen tiempo, hasta que tengamos la certeza de que será seguro y que la perturbación mental que él padece – adquirida en aquél Zoológico absurdo – no va a afectar el relacionamiento con los otros chimpancés. Rezemos para que así sea. Jimmy precisa desesperadamente de la compañía de otros chimpancés, para no enloquecer para siempre.

Diez años atrás, el Dr Miguel Vaudano, del Proyecto GAP, entró en el Zoonit y sacó las primeras fotografías de aquel lugar aterrador. Con la colaboración de la ambientalista Andréa Lambert, tuvimos acceso a la documentación de entrada de los animales en aquél Zoológico. Rapidamente, comprobamos que algo «extraño» estaba sucediendo allá; entraban centenas de animales «rescatados», que más tarde desaparecían. Hicimos la denuncia al Ibama, como así también, sobre los animales maltratados. Diez años después se hizo justicia. El Zoonit fué cerrado. Jimmy y sus compañeros de infortúnio, van a disfrutar de una vida nueva. El relato que recibimos del Analista Ambiental del Ibama, Carlos Abreu(que participó del operativo de desocupación final del Zoonit), es el testigo nítido y crudo de lo que acontecía allá; frente a una sociedad humana, ignorante y omisa, que frecuentaba el zoológico y nunca se detuvo para pensar, en las centenas de seres inocentes que eran despedazados allí; como en la gran mayoría de los zoológicos brasileños y mundiales, y nadie se indignaba o pedía un BASTA, ante aquella insensatez.

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional

Noticia relacionada (en portugues):

https://www.projetogap.org.br/pt-BR/noticias/Show/3796,repercussao-da-transferencia-de-jimmy-na-imprensa-com-video