La viveza de los Grandes Primates
publicado en 01 Ago 2017

Ahora, que acabo de leer este excelente artículo del biólogo Fernando Reinach, en el diario O Estado de São Paulo, del día 29 de julio próximo pasado, que aquí reproducimos, es que entiendo, cómo los Grandes Primates son inteligentes en su supervivencia.

Algo que no entendía es, porqué Carol, Guga y Samantha me pedían constantemente que arrancase hojas de los árboles que rodean sus recinto, para comérselas. ¿Cómo prefieren comer aquellas hojas, algunas son amargas, en lugar de la excelente variedad de frutas y verduras que les ofrecemos todos los días?

Ahora, entiendo que no quieren depender de una alimentación que algún día pueda no existir más, o que desaparezca. Aquellas plantas que los rodean, (quizás) ellos piensan que siempre estarán allí y representarán su supervivencia alimentaria.

Dr. Pedro A. Ynterian

Secretario General del Proyecto GAP Internacional


Leer el artículo Opción por la agricultura:
«La plaza recuerda el año 1845 en Irlanda, un país pobre y lleno de problemas, con una población de casi 8 millones, administrada por Londres como una colonia. La papa, introducida en el país en el siglo XVII, rápidamente se convirtió en el principal alimento de los pobres, que la cultivaban para su propio consumo. A mediados del siglo XVIII, un tercio de la población tenía la papa como único sustento. Fué cuando un hongo llamado Phytophtora infestans, llegó al país y atacó las plantaciones de papa. En dos años, la producción cayó de 14 millones a 2 millones de toneladas. El hambre aguda y abrupta diezmó a la población. Un millón de muertos en un par de años – una de cada ocho personas murió de hambre. Los relatos describen a personas tratando de pastar para sobrevivir, los muertos esparcidos por los campos. La muerte sólo no fue mayor porque 1 millón de personas abandonaron el país, muchos para la región de Boston. La familia Kennedy y otros descendientes de Irlandeses, recomenzaron su vida en América.

Las causas de la Gorta Mór, la gran hambre del 1845, son complejas, pero su desenlace se debe a la sustitución de una gran variedad de alimentos vegetales y animales por uno sólo, la papa. Con eso, Irlanda colocó todos sus huevos en la misma canasta y cuando el fondo llegó, la canasta se cayó y todos se partieron.

Si consideramos las proporciones, la humanidad vive hoy una situación similar. Las tres cuartas partes de todas las calorías ingeridas por la humanidad, provienen de sólo seis especies de vegetales: el arroz, el maíz, el trigo, la soya, la papa y la mandioca. Peor, las tres primeras, responden por el 50% de los alimentos consumidos por la humanidad. A pesar de que existen más de 250 mil especies de plantas comestibles en el planeta. Sabiendo que el stock global de alimentos no es suficiente para un año, imagine lo que sucedería si una de esas tres especies desapareciera. Cientos de millones de personas, se moriría de hambre.

Nuestra insensata dependencia alimentaria, es algo relativamente reciente, comenzó con el descubrimiento de la agricultura, hace 15 mil años. En los 985 mil años anteriores, desde nuestra aparición hasta las primeras plantaciones, los seres humanos vivían del cultivo y de la caza, alimentándose de los cientos de especies de plantas comestibles, que encontraban en el ambiente y de animales cazados ocasionalmente. Las últimas poblaciones, que mantienen éste estilo de vida, están desapareciendo en ese comienzo del siglo. En los últimos 15 mil años, a medida que la agricultura se extendió, la diversidad de alimentos se redujo, conforme las especies más productivas, que ocupaban una fracción creciente de nuestra dieta.

La adopción de la agricultura no es sin razón de ser. Ella aumenta nuestra capacidad para producir alimentos. Cada vez, menos personas son necesarias para producir el alimento que todos consumen. Los campos Brasileños modernizados, emplean a un trabajador por cada 150 hectáreas; produciendo alimentos para millones de personas. Este brutal aumento de la productividad, permitió que los seres humanos viviesen en ciudades y se dediquen a otras actividades; como el desarrollo científico, tecnológico y a las artes. Gran parte de la humanidad, dejó de dedicarse a la producción de alimentos, las culturas florecieron y la población humana creció de tal manera, que hoy amenaza su propia supervivencia. Hoy, con 7,5 mil millones de bocas para alimentar, ese camino parece irreversible.

Lo que la pequeña plaza en Boston nos recuerda, es que la opción por la agricultura involucra no sólo beneficios, sino también riesgos. Uno de ellos es pasar hambre.»

MÁS INFORMACIÓN: AFFLUENCE WITHOUT ABUNDANCE, JAMES SUZMAN, ED BLOOMSBURY, 2017

* ES BIÓLOGO

Fuente:
http://ciencia.estadao.com.br/noticias/geral,opcao-pela-agricultura,70001911914