Llego un poco después del amanecer donde está Cesar, con su madre Samantha y su hermana Sofia. Entro en su recinto y la familia se encuentra en el techo de una de las casas, de dos pisos. Pido para que me traigan a Cesar, ya que no tengo como subir alli encima. Sofia carga Cesar en su abdomen y baja con él, con gran facilidad, y me lo entrega regresando al techo.
Samantha ganó, además de una hija eficiente y cariñosa, una madre auxiliar espectacular. Samantha no carga a Cesar, ni en sus espaldas, ni en su abdomen. Pensamos que ella tiene aflicción. Por eso tampoco lo alimentó con su leche cuando el nació. Sin embargo, ella juega con el, lo protege y vigila, así como lo lleva de la mano, cuando le pedimos lo traiga, para ser alimentado. Cuando la distancia es grande, ella pide para Sofia llevarlo.
Dos semanas atras, ambas comenzaron a subir con Cesar en el techo de la casa, donde tienen una visión privilegiada del Santuario y de los alrededores. Cesar no conseguia subir solo, ellas lo llevaron, así como también llevaron alimentos para que el se fuese alimentando con frutas, entre los biberones de leche.
Cuando entré por la primera vez y pedí que me trajesen a Cesar, fue una situación dificil, ya que ese día Sofia estaba sola con el y nunca había experimentado descender con el, sin la ayuda de la madre. Sin embargo, la habilidad de los chimpancés es tan grande, que en pocos minutos, encontró la forma de bajar con seguridad.
Samantha ahora se apegó mucho a Cesar, bien más que con las otras hijas, tal vez porque lo introducimos con ella más temprano, con un año, cuando él es todavia muy dependiente de los adultos. Ella no quiere que lo saquemos del recinto y con tal de evitarlo me ayuda a salir del mismo, aguantando a Cesar, que desea salir conmigo, ya que él todavia está muy dividido entre la vida con los humanos y los chimpancés. Yo he evitado sacarlo de la vida con su madre y su hermana.
A algunas centenas de metros de la casa de Cesar, otra familia – esta no humanizada – también convive en harmonia. Pedrinho lleva a Cecilia de un lugar a otro y juega con su hermana menor el tiempo todo. Su hermana mayor Luiza ya es madre de su bebe, Sol, de pocos meses de edad, y observa los juegos radicales que sus hermanos practican. La madre de ellos, Ditty (también madre de Samantha, y abuela de Cesar y Sofia) es una madre liberal. Antes de un año de edad, ya había liberado a Cecilia de su control y la dejaba jugar y andar cargada por su hermano.
A otras centenas de metros de esta familia, hay una otra en que la madre es supercontroladora. Marcelino, su primero hijo, ya está entrando en la adolescencia y su hermano menor, Miguel, todavia es un bebe, no importa que su tamaño sea grande para su edad. En la primera confusión y griterio que sucede, la madre Tata agarra a Miguel en su barriga y lo lleva para lejos de la situación de conflicto, especialmente cuando el padre se irrita con alguna cosa o con otros chimpancés vecinos. Ella todavia mantiene el control sobre Miguel, como si fuese un recien nacido.
En el mundo del Santuario, un universo pequeño que retrata la vida de las familias de chimpancés, tenemos tres familias con diferentes comportamientos y formas de vida. A pocos kilometros de alli, millares de familias humanas viven cada una, segun su criterio, su historico familiar y sus emociones. Al fin y al cabo ambas especies se diferencian muy poco …
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional
Imágenes del Santuario de Grandes Primates de Sorocaba – SP (Brasil)