La muerte de Knut: una estrella falsa
publicado en 31 Mar 2011

«El era una estrella del Zoológico de Berlin», con ésta frase, el intendente de Berlin, Klaus Wowereit, encerró más un capítulo de la existencia de los zoológicos, como centros de entretenimiento de los humanos; en el lugar de servir de biodiversidad y transformarse en centros de conservación y recuperación de muchas especies, al borde de la extinción.

El Oso polar Knut, murió repentinamente, como otros tantos animales, mueren en los zoológicos, donde son sometidos al asedio del público y a una vida ajena a su naturaleza. Las versiones hablan de diversas enfermedades; sin embargo, la verdad verdadera es que los animales no deben permanecer en los zoológicos, para el entretenimiento del público. Ellos son – y no sólo los grande primates – seres inteligentes, que tienen sus propias costumbres y que deben ser respetados y preservados en su intimidad; son seres que nacieron para vivir en su hábitat y no encarcelados en pequeños recintos, con horarios pre-determinados para comer, dormir y ser exibidos en público.

Los políticos, como el Intendente de Berlin, y el ex-Intendente de Sorocaba, que dijo que los chimpancés no piensan, ni podían decidir sobre su destino; representan lo que hay de más retrógrado, existentes en la sociedad humana; ya que, sólo piensan en sus semejantes y no en el mundo como un todo.

La muerte de Knut, así como centenas de denuncias de malos tratos, en zoológicos del mundo, aumenta la necesidad de que la utilidad de los zoológicos, como esparcimiento y entretenimiento del público humano, sea cuestionada y cambiada, para que pasen a cumplir el verdadero papel de conservación y educación en nuestra sociedad.

Knut, era una estrella falsa, creada por los hombres y decidió por él mismo, abandonar el mundo que nunca entendió, al frente de todos los humanos.

Dr Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional