El estaba sentado en una tabla, a dos metros del suelo, en un minusculo cuarto, con vidrios, expuesto al publico. Otros cuatro gorilas, más abajo, lo acompañaban. El era el gorila de espaldas plateada. Un individuo com caracteristicas difíciles de encontrar en el mundo de su especie. Grande, corpulento, con una cabeza enorme, parecia una esfingie allí colocada para adornar aquel ambiente.
Un grupo de niños ruidosos invaden el area y se acercan al vidrio, golpean el mismo para provocar una reacción, sin embargo, él continua sin hacer ningun movimiento. Su mirada está lejos, atraviesa el vidrio y se pierde a centenas de kilometros de distancia, tal vez, en una selva humeda y hermosa, donde su familia vivía en paz con Dios y la naturaleza.
El estava reprimiendo sus emociones, era evidente, sus ojos estaban fijos en un punto imaginario, pero los musculos de su rostro se contraían, intentando contener su furia, su odio, su rechazo a la situación a la que estaba siendo sometido.
Estabamos en el Zoologico de Lisboa, una semana atrás. Nunca pensé presenciar aquella escena. A menos de dos metros de mi, aquel ejemplar de la naturaleza siendo sometido a una humillación tan absurda.
En las paredes que conducian a aquel escenario, lindas imagenes pintadas en las mismas, explicaban que los gorilas y los grandes simios estaban al borde de la extinción, que eran cazados en su habitat, que estaba al mismo tiempo siendo destruyedo, que debiamos defenderlos. No obstante … a pocos metros de allí, una familia gorila estaba siendo masacreada estupidamente para divertir, entretener … y todavia peor, EDUCAR a la juventud.
Aquella misma juventud que se quedó un minuto provocando al espaldas plateada, y lo ignoraron, cuando él no reaccionó.
Es dificil descubrir, especialmente para nosotros, que estamos profundamente envueltos en la lucha por los derechos de los grandes simios, lo que sentimos ante aquella escena sin nombre.
Nunca olvidaremos la mirada de aquel Gorila, la misma traspasó nuestra alma, y nos dió la mensaje más dramatica que cualquier palabra: Salvenos, Ayudenos … No permitan que no exploten así … No destruyan el último eslabon de contacto entre Uds, humanos y nosotros, sus ancestrales evolutivos! Si nuestro compromiso de vida con esta lucha era sólido, ahora lo será inmensamente más. Aquella mirada de un gorila en su soledad, preso y humillado, nos impulsará todavia más a luchar por ellos.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional
Fuente: http://www.anda.jor.br/06/05/2013/olhar-de-um-gorila