La destrucción de una familia
publicado en 20 Sep 2013

De las cosas nefastas que los hombres hicieron con el reino animal, el pecado más grande es la destrucción de los vínculos familiares. Tanto en los circos, como en los zoológicos, criaderos y en el mundo «pet»; poco les importan romper con el vínculo afectivo entre las madres, padres e hijos de cualquier especie.

Tal vez, los casos más dramáticos existen entre los grandes primates, que sufren terriblemente con las separaciones irremediables y repentinas. Cuando comenzamos a entender el mundo de los grandes símios, hace 12 años, vimos como los zoológicos y circos manipulaban las parejas, los nacimientos y la reproducción.

Por ejemplo, un zoológico tenía un chimpancé macho y otro una hembra. Por un período de tiempo, los juntaban e les permitían la reproducción. Los bebes eran arrancados de las madres, pocos diás después de su nacimiento y eran enviados al zoológico que les había «prestado», por ejemplo, el individuo macho. Inclusive eran hechos contratos de comodatos de aquellos individuos, para especificar de quién sería el primer bebe y el segundo también, a quién le pertenecería. De esa forma fué creada una Industria de Reproducción de Bebes, que nunca se quedaron son sus madres, todavía conviviendo en el lugar de su nacimiento. Cuando la madre no amamantaba a su hijo, en pocos meses, estaba pronta para un nuevo embarazo.

Cómo y cuánto ésta separación afectaba mentalmente tanto a los padres como a los bebes, es un tema que nadie se importó en analizar. Además de aquella sórdida práctica de robos de bebes, también se dividían las familias, después de algunos años de convivencia juntos.

El Zoológico de Belo Horizonte, que recibió dos gorilas jóvenes de Inglaterra- poco antes de la muerte del macho solitario Idi Amin, que vivía allí-, ahora, ante la desaparición del macho y una de las jóvenes, están planeando destruir otro vínculo familiar, trayendo dos gorilas: uno macho del Loro Parque de España, que tiene una vida en familia estable y una hembra de la Fundación John Aspinall de Reino Unido.

Tenemos un ejemplo terrible de como un grande primate, pueden quedarse perturbados mentalmente, cuando es separado de su madre, después de una convivencia de algunos años con ella. El chimpancé Pongo es uno de los más perturbados del Santuario GAP de Sorocaba. Él no se lleva bien, ni con los otros chimpancés, ni tampoco con los humanos. Tiene alucinaciones, movimientos repetitivos, claustrofobía y otras perturbaciones, porqué además de haber sido separado de su madre, después de algunos años de vida en común, lo colocaron durante dos años en una jaula en un zoológico, que todavía estaba en construcción en Fortaleza.

Los chimpancés y los gorilas, en especial, tienen una vida familiar intensa, permanente, rica en actividades comunitarias y se sienten totalmente abandonados cuando son arrancados de la intimidad de ese ambiente.

Los zoológicos de la Comunidad Europea, también no respetan esta vida en familia. Si falta un indivíduo de una especie en algún zoológico, lo arrebatan de algún otro y lo envían al destino que se quedó sin la especie, con la finalidad de llenar aquel «vacío». Un movimiento intenso de especies y de familias destruídas es el resultado de ésta política cruel, que considera a los animales como si fuesen objetos del hombre, que puede hacer de su destino lo que mejor le plazca.

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional

Fuente en portugues:
http://www.anda.jor.br/20/09/2013/a-destruicao-da-familia