Un mono bebe – de la especie rhesus – es arrancado de su madre a las pocas horas de su nacimiento, y colocado aislado, sometido a todo tipo de experiencias aterrorizantes, incluyendo colocarlo frente a una serpiente gigante. Después de un año de esa vida experimental de miedos y terrores, el bebe es sacrificado y su cerebro expuesto y examinado, para ver las transformaciones sucedidas en el mismo, y comparado con otro cerebro de un bebe rhesus normal, que quedó todo el tiempo con su madre, hasta también ser sacrificado.
El autor de esta terrible experiencia es un médico psiquiatra de nombre Ned. H. Kalin, Jefe del Departamento de Psiquiatria de la Escuela de Medicina, de la Universidad de Wisconsin, en los Estados Unidos.
En los últimos 18 años de actividad, este psiquiatra publicó un sin numero de trabajos ‘pseudo cientificos’, en que murieron miles de monos al estudiar las transformaciones de sus cerebros, al ser sometidos a condiciones extremadas.
Durante todos esos 18 años, el Instituto Nacional de Salud Norteamericano (NIH), órgano del Gobierno, mantenido por impuestos del pueblo estadounidense, inyectó en el bolsillo de aquel psiquiatra 5.075,798 dolares.
El NIH no solo financia la reproducción y experimentación invasiva con chimpancés, como también invierte fortunas manteniendo millares de monos rhesus y de otras especies, a merced de torturadores, que se auto titulan de «cientificos» y que realizan todo tipo de experiencias, que nada contribuyen para conocer a los humanos.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional