La claustrofobia
publicado en 01 Jun 2015

El Santuario de Grandes Primates de Sorocaba, es habitado por 55 Chimpancés. De origen circense, tenemos más de 15 individuos. Si los observamos, podemos percibir la diferencia que existe entre ellos; producto de la vida a que fueron sometidos.

Tenemos 5 Chimpancés que nacieron y vivieron casi toda su vida, en uno de los circos más conocidos del Brasil, el extinto Circo García. Éstos cinco tienen una característica en común: son claustrófobicos al extremo. Bien diferente de la otra decena, que vinieron de otros circos.

El Circo García llegó a tener 26 Chimpancés en su colección de animales. En dos camiones semi-remolques, llenos de jaulas. Aquellos Chimpancés recorrian el Brasil y vivían años tras años, esperando la única oportunidad de salir de la prisión, cuando actuaban en el picadero; mientras eran muy jóvenes. Esos Chimpancés son profundamente claustrofóbicos.

Felipiño(Piño) y la Negra, son los más ancianos. Martín y Carioca(hermanos), nacieron de una copulación, a través de las rejas que los separaban. Bruna, también joven. vivió enclausurada desde pequeña y cuando fuimos a sacarla del remolque, ella no pasaba por la puerta y tuvieron que cortar los barrotes con una sierra.

Cuando Filipiño llegó al Santuario, quería destruir todas las puertas, poco a poco, percibió que las puertas en el Santuario estaban siempre abiertas; menos en aquellos minutos en que la área que ellos usaban, era lavada. Hoy Felipiño es otro Chimpancé, gentil y cariñoso con todos los tratadores y funcionarios del Santuario. La Negra es un caso extremo de claustrofobia. Ella nunca duerme en un lugar cerrado; ella sube al tope de la plataforma, en la parte externa de la casa y duerme allí. No importa que haga frío o esté lloviendo, se cubre con una manta; así pasa las noches y parte del día.

Martín es otro que no soporta las puertas cerradas y no intente encerrarlo en un cuarto, porqué él va a destruir la puerta; no se importa de lastimarse los brazos o las piernas. Carioca, su hermano, es otro caso de claustrofobia al extremo; duerme siempre afuera y sólo entra al comedor cuando no hay nadie, o alguién en quién él confía mucho. Entra y sale rápido, mirando para todos los lados.

Bruna, que vive con Carioca, es otro caso extremo. Sólo entra en el comedor cuando no hay nadie, con prisa, coge su comida y sale nuevamente. Nunca come en un lugar cerrado.

Los recintos de ellos, son los que menos trabajo dan a los tratadores, puesto que, la parte interna que es muy frecuentada por los otros Chimpancés, no precisa ser limpiada diariamente. En el supuesto caso, es muy poco usada por ellos y practicamente queda siempre abierto.

Todos ellos llevan para afuera sus comidas, revistas, mantas, etc.; para no correr el riesgo de volver a ser presos, entre cuatro paredes, que fué la realidad de sus vidas miserables; cuando eran explotados comercialmente.

La claustrofobia(transtorno de pánico), es una de las consecuencias más funestas, detectada en un Chimpancé que fué sometido desde temprano, a la vida en circos. Por suerte, hoy en el Brasil y en gran parte del mundo, la existencia de animales en circos es una práctica en extinción. Sin embargo, aquellos que la vivenciaron, todavía soportan el fantasma que los asombra diariamente; que cambia la naturaleza de disfrutar de la vida.

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional

Imágenes de otros chimpancés del Santuario de Grandes Primates de Sorocaba – SP (Brasil)

Martin Bruna Carioca