Katai es una orangutan proveniente del Zoológico de Brasilia. Allí, viviendo expuesta durante todo el día y siendo solo recogida cuando anochecía, adquirió un verdadero pánico a ser trancada en el área interna del recinto. Tenía que ser así, si viésemos en el sotano en que ella quedaba encerrada toda la noche, y que el publico no podía ver, era una película de horror (foto al lado).

Hoy ella vive en el santuario del Parana, Sur del Brasil, en un recinto enorme, diseñado especialmente para ella. Ese local dispone de área externa con arboles, local para ella subir, tanque de agua y una parte interna que sirve de dormitorio y donde se pueda alimentar.

Sin embargo, los traumas de Katai son inmensos y ella se recusa a entrar en aquella parte interna – es la claustrofobia de muchos primates – dificultando las labores de limpieza de los tratadores.

Debido a eso, fueron instalados sensores de presencia que cierran las puertas que dividen la parte interna de la externa, cuando Katai entrar para agarrar su comida, posibilitando que su recinto externo sea limpio periódicamente.

Pero Katai se ha mostrado más inteligente que los humanos. Habiendo percibido que su entrada hacia accionar el cierre de las puertas, decidió entonces agarrar su comida sin pasar por los sensores. Para realizar esa proeza, arrancó practicamente un árbol pequeño, de 4 metros de largura, le sacó todas las hojas y la usó como vara de «pescar» para su comida, empujando las frutas para fuera del recinto interno. Noten por las fotos que no es una simple rama, sino el tronco de un árbol de gran tamaño, para conseguir llegar hasta las frutas que precisaba.