JACK: 14 años de torturas y soledad
publicado en 28 May 2014

Ya nació en un laboratorio de experiencias, en el Instituto de Estudios de Primates de Norman, Estado de Oklahoma, en Noviembre de 1980, donde vivian sus padres, Vanessa y Ali, parientes de otro notorio chimpancé – Nim Chimpsky – que dió origen a un documental Proyecto Nim, transmitido por la TV.

Todavia bebe fue prestado a un circo, donde fue entrenado para andar en un triciclo. Cuando ya era fuerte de más para trabajar frente al publico, en Agosto de 1989, fue enviado a uno de los peores centros de torturas médicas de Norteamerica, la Fundación Coulston, en el Estado de Nuevo Mexico. A pesar de existir un acuerdo escrito a mano de que solo seria usado como reproductor, y no sometido a torturas, fue incorporado rapidamente a cinco estudios de investigaciones invasivos diversos.

Se quedó 14 años siendo torturado en un calabozo, solitario, sin ver la luz natural, sin un juguete ni un compañero. La Dra. Carole Noon cuando asumió el control de aquel centro de torturas, que había quebrado, lo encontró en su aislamiento y no pudo contener las lagrimas ante un ser tan sacrificado.

Ella lo llevó para su Santuario en Florida (Save the Chimps), donde lo integró a un grupo y donde él consiguió disfrutar los ultimos 12 años de su vida, rodeado de amigos y de su hija adoptiva, Chelsea, a quien amaba.

Jack adoraba frazadas, muchas de ellas. Durante 14 años en el cruel, frio y cementado centro de torturas, nunca tuvo una. Sin embargo, Jack no guardaba odio de los humanos. Intentó olvidar aquel pasado tenebroso y disfrutar su nuevo destino, en una isla que le permitia jugar, correr, pisar en la hierba y recibir el sol intenso en su cuerpo torturado por 14 años de biopsias, inoculaciones y dolores inimaginables.

Días atrás, cuando estaba siendo servido su almuerzo, por su amada tratadora Amber, en la compañia de sus amigas, Anna y J. R., cayó fulminado por un ataque cardiaco.

En tributo a este extraordinario chimpancé, muerto prematuramente a los 33 años de edad, despues de sufrimientos indecibles, debemos hacer el compromiso de que en hipotesis ninguna un gran simio pueda ser usado para desarrollar medicinas o vacunas para la raza humana.

Dr. Pedro A. Ynterian

Presidente, Proyecto GAP Internacional