‘WE GO SI BACK” MACK …

El dia 22 de agosto pasado, era un dia normal para Mack, después del almuerzo, regresaba para su isla en compañía de su familia. Esa tarde Mack se acostó bajo una palmera y nunca mas despertó.

Mack, nacido en Sierra Leona, oeste del Africa, tenía 46 años, si hubiese muerto en su tierra, sus amigos humanos habrían dicho para él, después del sueño eterno “We go si back”, que en la lengua de su patria significa “hasta pronto” o “adiós”.

Mack todavia adolescente, fue vendido por los cazadores para el Delta Regional Primate Research Center (ahora llamado Tulane National Primate Research Center), en Covington, LA, Estados Unidos. Permaneció allí durante 14 años y un misterio rodea en lo que fue usado, aunque creemos que no fue en nada bueno. En 1981 fue vendido para el Centro de Torturas Medicas de la Fundación Coulston, en Nuevo Mexico. Allí fue usado como un reproductor, siendo colocado semanas tras semanas con compañeras diferentes, para generar bebes, que después serían vendidos en una rueda sin fin. Era la rueda capitalista norteamericana girando y destruyendo vidas en aras de la ganancia de algunos. Nunca le fue permitido crear una familia, pero produjo 28 hijos.

En 1990, su suerte todavia empeoró, la Fundación usó su cuerpo para “probar nuevos materiales”. Era anestesiado directo por varios dias, sin casi comer, para medir sus reacciones. En el último estudio, fue anestesiado por dos dias seguidos, 12 horas cada dia, recibiendo en total 94 ml del anestésico Ketamina, para mantenerlo dormido.

Cuando la Dra. Carole Noon compró las instalaciones de esa Fundación ya quebrada, y sus 265 primatas, encontró a Mack largado en lo que ella llamó de “el calabozo”, abandonado a su suerte. A pesar de nunca haber estado mucho tiempo con otros chimpancés, él hizo amistad con facilidad y en 2006 fue trasladado para su isla en el Santuario Save the Chimps, en Fort Pierce, Florida, en compañía de sus hijos Brandon, Patrick, Hailey y Jasmine.

Mack era pequeño para un chimpancé macho, pero su personalidad y su fuerte espiritu, inspiravan el respeto de otros mayores y mas fuertes. Los ultimos 4 años de su vida, Mack vivió en el paraiso y fue a unirse a las estrellas en un dia que nadie esperaba.

Mack es otro simbolo de la lucha de nuestros hermanos primatas por un lugar en este mundo injusto y cruel, que algun dia reconocerá la importancia de estes seres extraordinarios en la construcción de la humanidad.

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional

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