Hasta en los defectos nos parecemos
publicado en 25 Sep 2014

Años atras cuando iba con el grupo de Guga – cinco chimpancés – en el bosque por dos horas para ellos jugar, intentaba enseñarlos a colaborar con el trabajo. Tenemos un peqneño rio que cruza el bosque, donde ibamos para ellos se entretener en el agua. Cuando habían sucedido tempestades, las ramas invadian la corriente de agua y debiamos desobstruirla. Comenzaba a trabajar y pedia para ellos me ayudar, sin embargo, la mayoria fingia que trabajaba para se esconder de mi vista e ir más lejos para jugar. De aquel grupo solo Carlos me ajudaba realmente. Es más o menos lo que sucederia con un grupo de humanos trabajando, algunos pocos realmente lo harian y la mayoria fingiria que lo estaban haciendo.

Días atras por descuido de algun tratador, una puerta quedó abierta, y Guga y Emilio, que estaban en el area de cerca electrica, salieron del perimetro de la misma.

Comenzé a acompañar a ambos, para evitar que hiciesen confusión con los chimpancés vecinos o perturbasen a los leones, que ya comenzaban a quedarse intranquilos.

Como estaban dentro del perimetro de la segunda cerca externa, el problema era convencerlos a que entraran en alguno de los corredores de los otros recintos, y desde ahi, por los diversos tuneles, llevarlos a su recinto de origen.

Guga entró rapidamente en un corredor atraido por la presencia de Margareth, una hembra que ya el habia conocido en su adolescencia, y que no veía desde entonces. Mientras que esperaba por mi que estaba ocupado intentando hacer lo mismo com Emilio, que es más desconfiado y difícil de engañar, comenzó a enamorar con Margareth por la reja.

Como se quedó un buen tiempo allí, donde estaba todo el material de limpieza disponible como manguera con agua, detergente, baldes, etc. se dedicó a una tarea que a él le agrada: limpiar, imitando a los tratadores. Colocaba el detergente en polvo en un balde, que lo llenaba de agua, y con la escoba fregaba todos los azulejos del piso y paredes. En media hora dejó brillando el corredor!

Pero, en realidad, lo que él estaba haciendo era hora. Su proposito real era entrar en el recinto de Margareth para tener sexo con ella. Margareth estaba acompañada con Toto, el ultimo chimpancé llegado semanas atras  al Santuario, y con quien estaba comenzando a tener intimidad. Toto se asustó con Guga, que es dos vezes su tamaño. Después que conseguimos retirar a Toto para otro local, dejamos entrar a Guga, que varias veces ccopuló con ella.

Cuando intentamos llevarlo de vuelta para su recinto, el quería llevarse con él a la hembra, como si no fueran suficientes las dos con quien actualmente vive – Carol y Samantha. Margareth estaba indecisa si iba o no con el, y aprovechamos para separarlos, y llevar a Guga de vuelta a su recinto de origen. A pesar de no haber conseguido su objetivo estaba feliz de la vida, por la aventura y experiencias que tuvo esa mañana inesperadamente.

Dr. Pedro A. Ynterian

Presidente, Proyecto GAP Internacional