En México, a la lucha para terminar con la crueldad de los circos que explotan animales, le tomó más de una década lograr su objetivo principal.
La historia de un Oso negro americano contribuyó a detener este abuso animal. Este oso negro americano era llamado La Bailarina Nait y forzado a hacer trucos en un circo ambulante, pero en marzo de 2014, fue rescatado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) junto con un tigre de Bengala que tenía disfunción en sus extremidades y un león al que le extirparon las garras y colmillos y tres monos araña. El oso fue rebautizado como Invictus y su historia se difundió mientras el debate sobre la prohibición de los animales en los circos se desarrollaba.
Invictus fue un sobreviviente. En el Harley Circus ubicado en Dzidzantún en el estado de Yucatán, un oso negro americano solía mascar la jaula, su mandíbula comenzó a infectarse y tras no recibir atención médica oportuna, la infección se extendió. Después de que le extirparon la mandíbula, el oso fue asegurado y llevado al parque zoológico del Cententario también en Yucatán. Fue trasladado de Yucatán a Hidalgo, al Bioparque Convivencia Pachuca. Les tomó 17 horas llevarlo. Allí lo rehabilitaron y le implantaron las placas de titanio que le permitieron comer correctamente.
La Procuraduría General de la República PGR, a través de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Ambientales y Previstos en Leyes Especiales (UEIDAPLE) ejerció acción penal en contra del propietario del Harley Circus, José Luis Orozco Lara, que fue encontrado responsable de la mutilación que sufrió Invictus.
En México, el oso negro se encuentra enlistado como una especie en peligro de extinción de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 059. Además, el Código Penal Federal establece que es un delito dañar a un ejemplar de vida silvestre en veda, considerado en peligro de extinción o regulado por algún tratado internacional en el artículo 420 fracción V.
Parecía que la historia de Invictus cambiaría, pues el santuario The Wild Animal Sanctuary en Denver, Colorado le abría sus puertas. El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) anunció después, que Invictus, junto con el tigre Cucho y la leona Morelia, que también se encontraban en proceso de rehabilitación en el Bioparque Convivencia Pachuca, serían trasladados al santuario en Colorado para que tuvieran mayor calidad de vida.
El Bioparque es una Unidad de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre que albergaba en ese entonces a cerca de 50 especies de modo transitorio, de los cuales, 20 eran grandes carnívoros.
Invictus no llegó al santuario, tras varias cirugías reconstructivas, murió la madrugada del 14 de octubre de 2014 a consecuencia de un paro cardio respiratorio. Su corazón no resistió, pero su historia trascendió en el futuro de los cientos de animales explotados cada año en México.
El 9 de diciembre de ese año, el Senado aprobó con 91 votos a favor, dos en contra y una abstención, la iniciativa para modificar la Ley General de Vida Silvestre, la iniciativa fue turnada a la Cámara de Diputados. También se aprobó la prohibición de espectáculos marinos donde se utilicen focas, delfines, orcas y otras especies, sin embargo estos espectáculos continúan y actualmente la sociedad mexicana lucha por terminar con los delfinarios, acuarios y zoológicos.
Tras su publicación en la Gaceta Oficial el 9 de Enero del 2015, la ley entró en vigor el 8 de julio de 2015 y fue válida para todo el territorio nacional. El logro se hizo por efecto dominó, la sociedad mexicana en general se movilizó para que antes de que eso sucediera, cada estado, cada municipio, cada calle, estuviera libre de esta crueldad, para cuando se logró en territorio nacional, la Ciudad de México y 16 estados ya lo habían prohibido.
La ley sólo contemplaba no seguirlos explotando en el espectáculo, sin embargo, los animales seguían siendo responsabilidad de los circos. Sin embargo, doce tigres y tres leones fueron rescatados después de ser abandonados por el circo Solary, en Veracruz y fueron enviados a la Ciudad de México, mientras que cuatro camellos, tres dromedarios, seis tigres y siete papiones dejados por el circo Soley, fueron asegurados en Mérida, Yucatán, para ser canalizados al Zoológico El Centenario en aquella ciudad.
Además, a 14 circos se les decomisaron 54 animales: 31 de ellos por no estar acreditada su legal procedencia, 19 por sufrir faltas al trato digno y respetuoso, y los restantes cuatro por incumplimientos administrativos. Las multas dictadas a los circos sumaban un total de un millón 581 mil 713 pesos.
La historia de Invictus tuvo una cobertura mediática que convenció a la sociedad a tomar cartas en el asunto. Actualmente, más de 500 animales han sido liberados de su explotación en espectáculos circenses, pero aún falta mucho qué hacer. Tras 120 los circos verían una nueva era en la que podían continuar su tradición pero sin explotar animales. Los circos renovaron su oferta, ahora los espectáculos son de equilibrio, malabarismo, acrobacia, comicidad, magia, entre otras.
Fuentes
https://www.youtube.com/watch?v=BiS75ha_WLE
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/07/29/973496
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/09/10/1116141