El Zoológico Prudencio Navarro de Ayamonte (Huelva), cerrado al público desde hace dos meses por las autoridades municipales propietarias de sus instalaciones y  del cuidado de los animales, mantienen aún animales sin saber qué hacer con ellos, estando en pésimas condiciones y negándose hablar con Asociaciones animalistas como con el Colectivo Contra el Maltrato Animal (CACMA) que se ha ofrecido en varias ocasiones para colaborar en la reubicación de los animales que aún están en el zoo.

Esta una práctica común de algunas instituciones como en el caso del Ayuntamiento de Ayamonte, el  mantener silencio ante las peticiones de los ciudadanos por el abandono de los animales del zoológico, contraviniendo a los establecido en el artículo 105/b de la Constitución y infringiendo la Ley 19/2013 de Transparencia de 9 de de diciembre del derecho a la información.

 Dos osas, un tigre, cuatro babuinos, gamos y algunos animales más permanecen en el zoológico en un estado lamentable de abandono y pésimas condiciones higiénicos sanitarias. Para Proyecto Gran Simio, esta irresponsabilidad debe ponerse fin de forma inmediata, antes de que algunos de los animales mueran o se produzca un accidente grave o fuga por falta de seguridad.

Proyecto Gran Simio ha denunciado esta situación ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), en sendos correos dirigidos a la Oficina Técnica de la Comandancia de Huelva, por posibles malos tratos ante el mal estado de los animales y por infringir la Ley 11/2003 de 24 de noviembre sobre Protección Animal de la Comunidad de Andalucía y la Ley 31/2003 de octubre sobre la conservación de la fauna silvestre en los parques zoológicos.

Los zoológicos para el Proyecto Gran Simio deben reconvertirse y las jaulas que vayan quedando vacías según vayan muriendo no deben ser ocupadas por otras mismas especies venidas de otros zoológicos y acabar  con los programas de reproducción en cautividad, excepto en aquellas que sean autóctonas y se realicen para una reintroducción de la especie en su hábitat. No es ético ni tampoco educativo, ver seres vivos cautivos en los que se les ha quitado su verdadera esencia de la vida, manteniéndolos en jaulas o recintos pequeños como si fueran estampas vivas sin futuro, aburridos y depresivos.

De la misma forma que ocurre con el Ayuntamiento de Ayamonte, pasa con el Gobierno de la Comunidad Valenciana y el zoológico Bioparc, a los que Proyecto Gran Simio ha pedido que se les explique los motivos de la muerte de dos bebes chimpancés de una misma madre en un fin de semana, sin que hasta el momento hayan recibido respuesta, faltando con ello al artículo referido de la Constitución y la Ley 19/2003.

“Las Autoridades  son las responsables de estas situaciones que se están dando en muchos zoológicos y centros privados, que están siendo cerrados o abandonados y donde los animales quedan medio abandonados, sin que cumplan sus funciones para evitar sus pésimas condiciones o buscar soluciones inmediatas y no que tienen que ser siempre las Asociaciones de Defensa Animal las que tengan que denunciar y buscar un lugar adecuado para las especies que lo necesitan. Por todo ello solicitamos del Ayuntamiento de Ayamonte pongan fin al calvario de los animales que aún quedan en el zoológico cerrado antes de que sea demasiado tarde y al SEPRONA que efectúe una inspección para depurar responsabilidades”, ha declarado Pedro Pozas Terrados Director Ejecutivo y Presidente Internacional del Proyecto Gran Simio en España.

Para Pozas es necesario que se redacte un Reglamento de la Ley 31/2003  de zoológicos, donde se castigue con dureza tanto el maltrato, abandono, la falta de planes de emergencia, las fotografías con los animales y muchas otras cuestiones que hacen necesario una revisión exhaustiva del texto.

De igual forma y una vez más, Proyecto Gran Simio solicita la creación de un Centro de Rescate del Estado para especies CITES y animales exóticos y de esta forma abordar los problemas que se plantean a la hora de cerrar los zoológicos o la ubicación de los animales de los circos que se reconvierten y dejan de utilizar animales en sus espectáculos.

Fotografias cedidas por CACMA (Colectivo Andaluz Contra el Maltrato Animal)