Cuando el ambientalista de Sorocaba, y gran colaborador del Proyecto GAP, Gabriel Bitencourt, nos buscó semanas atrás con la idea de hacer una campaña por la transferencia del chimpancé Blackie del Zoológico de Sorocaba para el Santuario de Grandes Primates de esta ciudad, aceptamos ser parte integrante de la iniciativa, sin embargo, sabiamos que los enemigos del bienestar animal no se quedarían en silencio.
Después de varias semanas de campaña, iniciado en el Facebook de Gabriel, la cantidad de apoyo obtenido es inmensamente superior a los pocos que se posicionaron contrarios. La mayoría de los diputados ambientalistas han establecido contacto con el Alcalde de Sorocaba, dando apoyo a la iniciativa y respaldando su decisión, caso sea positiva. La propia ONU envió una carta al Alcalde, recomendando con rapidez el traslado.
Blackie, lleva más de 40 años en aquel Zoológico, su compañera Rita, murió meses atras, prematuramente, como lo anticipamos, cuando el Zoológico consiguió sacarlos del Santuario años atras, donde estaban refugiados, temporariamente, mientras reformaban su recinto.
La historia del Santuario y del Proyecto GAP han sido de colaboración, cuando un zoológico nos busca para entregar algun primate, que está en condiciones inadecuadas en sus instalaciones. Nosotros no somos coleccionadores de animales, como los zoológicos son. Nuestra misión es salvar la vida y dar condiciones de existencia decente a todos los grandes primates que precisen de la misma.
Todos los chimpancés que hemos recibido de zoológicos han sido por decisión voluntaria de cada Institución. Así sucedió con Caco del propio Zoológico de Sorocaba; Lilico del Zoológico de Bauru; Pongo del Zoológico de Belo Horizonte; Leo del Zoológico de Brasília; Charles del Zoológico de Ribeirão Preto; Bongo de un Zoológico de Portugal; Simon y Rakker de un zoológico de Holanda; Francis y Queenie del Zoológico boliviano de La Paz; Toto del Zoológico de Leme y July del Zoológico de Piracicaba. Solamente en el caso de Jimmy, del Zoológico de Niterói (Zoonit), la decisión fue del IBAMA y la Justicia cerrando aquella Institución, que se habia convertido en un centro del trafico de animales.
En los casos que disputamos la entrega con la dirección del Zoológico, los resultados fueron tragicos. En el primer caso, en Salvador (Bahia) cuando el Habeas Corpus libertando a la chimpancé Suiza, iba a ser concedido, contra la voluntad del Zoo, ella apareció muerta sin explicación ninguna. En el segundo caso, la dirección del Zoológico de Americana, de acuerdo con elementos de circos y zoológicos vecinos, boicoteó la operación de rescate, alimentando secretamente al chimpancé Aleman, que al ser anestesiado por nuestro grupo, asumiendo que estaba en ayuno, podría haber muerto en el procedimiento. Más tarde, Aleman terminó muriendo prematuramente, como previamos, en el Zoológico de Sorocaba, que lo recibió para tratamiento y que se negó a entregarnoslo cuando le ofrecimos nuestra asistencia medica, que era muy superior de cualquier zoológico.
Resumiendo, 16 chimpancés llegaron al Santuario por decisión propia de zoológicos, en los dos casos en que los zoológicos se opusieron, terminaron en tragedia.
Hoy recibimos la información que la dirección del Zoológico de Sorocaba – desafiando hasta el propio Alcalde, decidió hacer una campaña con los visitantes solicitando firmas para que Blackie no sea transferido.
Desde el inicio de la campaña dijimos que la cuestión no era Santuario versus Zoológicos, era por una vida decente con sus iguales, para un chimpancé que ya había sufrido demás, siendo explotado como entretenimiento humano.
Sinceramente, nuestra experiencia pasada nos lleva a tomar una decisión: desde ahora interrumpimos la campaña para transferir Blackie del Zoológico de Sorocaba para el Santuario, ya que la maldad humana es inmensa y esto puede cobrar un precio que ninguno de nosotros que amamos los chimpancés y los animales en general, estamos dispuestos a pagar: la muerte del mismo.
El Santuario de Grandes Primates de Sorocaba no se responsabiliza más en recibir a Blackie, ya que no podemos garantizar su seguridad con nosotros, que terminará siendo, como muchos otros, un arquivo viviente de las consecuencias que un primate tiene, de la vida miserable que lleva, en una Institución de esas, que solo lo ve como un valor de ser explotado.
Esperamos que todos los ambientalistas y defensores de los animales nos entiendam. Queremos recibir a Blackie feliz para vivir con sus semejantes, y no a su cadaver.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional