Era un domingo de cielo azul, sin una nube, con un calor de verano en pleno invierno, en el Santuario del GAP en Sorocaba, Brasil. Más de 60 días sin lluvia agredía a la naturaleza y sus componentes. Ajenos a ese drama, más de 50 papagayos volaban de arbol en arbol, haciendo un ruido ensordecedor.
El día anterior, un alarma de incendio, cerca del camino de tierra que bordea al Santuario por su fondo, cerca del recinto del chimpancé Jimmy y las bebes , nos llevó a concentrarnos a todos en aquel punto, para detener el fuego que se iniciaba, generado por una mano humana sin consciencia del mal que podría provocar.
En aquel pequeño oasis de area verde que es el Santuario, todo tipo de animales sobrevivientes de la caza, del desflorestamiento, de los incendios, en fin de la insania humana, se agolpan, para tener un destino sin sobresaltos.
Este invierno es el más caliente posiblemente en toda nuestra historia, en el interior del Estado de S. Paulo. Aquellos que todavia no creen en el cambio climatico que nos llevará a un posible cataclismo en este siglo, pueden repensar su optimismo.
El ser humano está destruyendo el Planeta, y su biodiversidad, a un ritmo acelerado, sin dolor ni piedad. Algunas especies ya están extintas, y otras en vias de serlo. En los proximos 20 años, no existirán más grandes primates en vida libre, así como leones, tigres, hipopotamos, rinocerontes, primates inferiores y muchas aves.
Ningun programa que existe hoy en el mundo es serio demás, ni grande demás, ni importante demás, para contener la devastación que está sucediendo. Los gobiernos, inmerso en sus problemas politico-economicos, no dan importancia para la tragedia que se avecina y cuando despierten – si lo hacen – será tarde demás.
Aquellos que piensan que exageramos, que no hay fundamentos en nuestros temores, sugerimos dar un paseo por el interior de nuestro Estado que como nunca, arde en llamas, descontroladamente, sin que nadie haga nada serio para impedirlo, montando un programa real de protección ambiental de nuestros recursos naturales, para que el proximo año la tragedia no sea todavia peor.
La falta de respeto que practicamos contra la naturaleza y sus componentes, será cobrada en doblo por las futuras generaciones, que deberán sobrevivir en un Planeta realmente aniquilado, por nosotros, aqui y ahora.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional
Fuente (en portugues): http://www.anda.jor.br/19/09/2012/no-limiar-da-extincao