La superinteligencia del cines está lejos de la realidad, más hay ejemplos sorprendentes de las inteligencia que viene de los grandes simios
Por Marco Tulio Pires (Revista VEJA ON LINE, 7 Sept. 2011)
En la pelicula Planeta de los Símios: El Origen, los cientificos consiguen hacer que los grandes simios (chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos) se queden superinteligentes por medio de un virus. El resultado está bien lejos de la realidad, pero no faltan ejemplos de simios capaces de sorpreender por el grado de inteligencia que demuestran.
Algunos simios consiguen se comunicar por el lenguaje de las señales, tanto con seres humanos como entre sí. Pueden aprender a usar llaves, abrir cerraduras y buscar comida usando herramientas. Y hay hasta los que saben usar computador, celulares y radios. “Ellos pueden contar hasta 10 o más si Ud los enseña”, explica Pedro Ynterian, presidente del Great Ape Project, organización internacional presente em diversos paises, incluyendo el Brasil.
Negociación – Los santuarios dedicados a la preservación de los simios están llenos de casos interesantes sobre su inteligencia. No Great Ape Project, un chimpancé llamado Guga, de 12 años de edad, cierta vez robó un candado de una tratadora. De acuerdo con las cuidadoras, Guga sabía muy bien que llaves y candados eran objetos valorizados por los humanos en aquel ambiente. El cuidador pidió los objetos de vuelta, pero Guga se hizo el desentendido. A partir de ahí, hombre y chimpancés iniciaron un proceso de negociación. Algunas semillas del arbol Jatobá fueron ofrecidas para Guga, un objeto apreciado por él. Guga no dió la minima importancia. El cuidador apeló para una bebida de soda de dos litros. Dió cierto. Guga devolvió el candado y fue a dividir la bebida con su grupo, demostrando una refinada habilidad política.
En el libro Anthropology & Law (Berghahn Books, 2006), el antropologo James Donovan cuenta un episodio con la chimpancé Washoe. Una de las tratadoras de la chimpancé estaba embarazada y faltó al trabajo por varias semanas después de haber perdido el bebe. Washoe pasó a ignorar a la tratadora, para mostrar que estaba ofendida con su ausencia. La funcionaria decidió contar lo que sucedió usando el lenguaje de las señales: “mi bebe murió”. Washoe encaró a la tratadora y después bajó los ojos. Finalmente, miró en los ojos de la funcionaria e hizo la señal de “lloro”, tocando las mejillas y recorriendo con el dedo el camino que una lagrima haría – chimpancés no consiguen derramar lágrimas.
Para Ynterian, los simios son como niños que pararon de desarrollar a los 5 años de edad. “La falta de una lenguaje escrita y hablada no permite que ellos transmitan los conocimientos de generación en generación, y de individuo en individuo, como lo hacen los seres humanos modernos”, afirma. “Tenemos que pensar que el Homo sapiens comenzó a hablar y a transmitir conocimientos intensamente solo algunos millares de años atrás. Durante decenas de millares de años su desarrollo fue lento, como en el caso de los chimpancés”.
Fuente (en portugues):
https://www.projetogap.org.br/pt-BR/noticias/Show/3909,o-planeta-dos-macacos-inteligentes