El caso Zoonit: Zoológico desocupado
publicado en 13 Jul 2011

Cumpliendo una orden judicial de «desocupación inmediata» del Zoológico de Niteroi, el Ibama está retirando los últimos animales que quedaban, después de varias transferencias de una populación de 400 animales que vivían allí, en situación irregular. La operación debe ser concluída en el día de hoy, con la salida del chimpancé Jimmy, dos leones y algo más de tres decenas de monos pregos(cebus apella).

Un equipo del Santuario de Grandes Primates de Sorocaba, está ayudando al Ibama, en esa tarea final de desocupación del Zoológico. El Zoonit, es un Zoológico de la Municipalidad de Niteroi, pero administrado por una organización particular, que nunca consiguió hacer las inversiones necesarias, para regularizar su situación ante el Ibama. Después de varias intenciones de acuerdos, prometiendo realizar las obras adecuadas, durante más de 10 años, el Ibama decidió que el Zoológico no podía continuar funcionando, en carácter provisorio.

El chimpancé Jimmy, uno de los leones y la populación de monos pregos, serán transferidos hoy, para el Santuario de Sorocaba, que ya posee los recintos propios, para recibirlos.

Nosotros intentamos sacar a Jimmy de allí, después de 10 años viviendo aislado, en una jaula de pocos metros cuadrados, asediado por el público, a través de un Habeas Corpus, en el que sería reconocido por la justicia, que sus derechos básicos, estaban siendo violados; ya que, él tenía derecho de vivir con sus iguales, en un espacio vital, que atienda a sus necesidades, por tratarse de un ser inteligente y sociable, que sólo un Santuario le puede proporcionar. La justicia no atendió a nuestro pedido; no obstante, el Ibama ya había entrado con un proceso en la justicia, para desocupar el Zoológico, por falta de condiciones técnicas y que ahora están siendo efectivadas. Jimmy, de todas maneras, es un ser que sufrió en la vida, todo tipo de abusos y siempre fué explorado para el entretenimiento de un público mal informado.

A partir de ahora, Jimmy será dueño de su vida, no tendrá más «dueños humanos» y en cautiverio, podrá gozar de la libertad y la posibilidad de mancomunarse con sus semejantes, que nunca tuvo en su existencia triste.

Dr Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional