De regreso al Paraiso
publicado en 05 Jun 2013

Hacia más de un año que no visitavamos el Santuario de Grandes Primates del Parana (Sur del Brasil), mantenido por el Instituto Anami y afiliado al Proyecto GAP. Aprovechamos un día de fiesta, el pasado 30 de Mayo, para realizar la visita.

Aquellos chimpancés jovenes, criados allí desde bebes, ya dejaron de serlos, siendo individuos fuertes y atleticos, que pasan todo el día en actividad en su recinto enorme. Johnny (hermano menor de Guga), Matheus, Lucas, Dinho y Victoria están todos en acción desde horas tempranas. Cuando ven que hay gente diferente – en este caso nosotros – en la casa principal, que está a pocos metros de ellos, intentan de cualquier forma saber quiénes son. Tanto a mi, como a Vania, nos conocen bien. Chimpancés tienen una memoria precisa y se recuerdan, no importa que el tiempo transcurrido sea largo, cuando nos ven nuevamente.

Dinho ahora está más agresivo, a pesar de ser el más joven del grupo, tira tierra en todo el mundo que se aproxima, hasta que intentamos convencerlo que cambie de actitud, entonces se calma y comienza a interaccionar con nosotros. En un año todos ellos crecieron mucho. Los chimpancés criados por nosotros en los Santuarios desarrollaron mucho más que aquellos nacidos y crecidos en circos y zoologicos. Contribuyó para eso una mejor alimentación, un espacio para ejercitarse bien mayor y la salud mental, que es inmensamente mejor, ya que están rodeados por humanos que los aman, sabiendo ellos retribuir.

Conocimos a Bico, el último chimpancé recién llegado meses atrás del Libano. Bico es un chimpancé pequeño, con aproximados 12 años de edad, que tiene gran miedo de otros chimpancés. Una intención de juntarlo con un grupo de tres hembras y un macho tuvo que ser abortada, cuándo él entró en pánico y comenzó a desarrollar una gastritis emocional que colocaba su vida en peligro. Regresó para su recinto provisional y en pocos días más será transferido para un nuevo recinto, lejos de los chimpancés adultos, donde se intentará una nueva aproximación con una hembra joven. Bico es muy juguetón, interacciona con todos los humanos que cuidan de él en forma muy positiva. Cuando llegamos, nos recibió bien y nos pidió que le abriesemos la puerta que conduce al corredor exterior, mostrando su habilidad para comunicarse.

Katai, orangutan hembra, está bien, su fisico y su pelo mejoró, no obstante continua viviendo en la parte externa y no entra en el dormitorio, no se importando con el frio que exista. Su claustrofobia desarrollada en los varios zoologicos que vivió donde quedaba internada muchas horas al día, continua intensa. Ella nos dió las espaldas en la reja para hacer amistad, pero alertados de que no le agradan los hombres y vomita en ellos, nos quedamos a dos metros de distancia por precaución.

La joven Carol, tan bonita como siempre, continua durmiendo afuera, siendo otra que desarrolló una claustrofobia incurable en el desaparecido Circo Garcia. El ex-fumante Omega está muy bien. Fuerte y activo, ahora acompañado por una hembra, dejó para atras la vida miserable que llevó en el Libano, sirviendo agua para Narguilé en un bar local y despues aislado y abandonado en un zoológico de quinta categoria.

Lo más importante de todo fue que encontramos a los dueños del Santuario – Anita y Milan Starostik – con excelente salud y trabajando diariamente en el cuidado y la alimentación de sus amados chimpancés y decenas de otros animales.

Una clinica ahora fue instalada especialmente para los chimpancés, de forma de poder hacer examenes laboratoriales rapidos, así como pequeñas cirugias, que será ampliada para no ser necesario sacar del Santuario a ningun primate para tratamiento externo. La Dra. Sandra Haluche, veterinaria que se ha especializado en primates y visitó muchos zoologicos y centros de rescate en Europa, está introduciendo una rutina de trabajo especialmente dirigida a ellos, que son tan parecidos a nosotros humanos.

Si el Santuario del Parana era un Paraiso, ahora es más aun. Las cercas electricas fueron modificadas para dar mayor seguridad, manteniendo un visual excelente, que solo las cercas permiten. Debido al frio intenso del invierno todos los dormitorios tienen calefación y un nuevo sistema super-silencioso está siendo instalado en los recintos para mejorar la calidad de vida de aquellos seres a los que la familia Starostik ha dedicado su vida.

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional