En un trabajo reciente de vários primatologos de la Universidad de St. Andrews, en la Gran Bretaña, publicado en la revista Current Biology, se muestra como un grupo de chimpancés de vida libre, en el Budongo Forest, Uganda, desarrollaron un lenguaje de gestos, para comunicarse entre ellos. Los primatologos que realizaron este trabajo llegaron a desarrollar un dicionario de gestos, que este grupo de 80 chimpancés usan para entenderse en el día a día.
Para nosotros que convivimos con chimpancés más de una década en el Santuario del GAP, en Sorocaba, eso no es novedad, todavia más, ese lenguaje de gestos, debe ser incrementado con actitudes y sonidos, así como de entendimiento de nuestras palabras humanas. Despues de varios años de vida en conjunto, entre humanos e grandes simios, la forma de comunicación entre nosotros se ha hecho más compleja, rica en detalles e incluye la palabra humana también en la misma.
Cuando yo hablo con un chimpancé, el mismo entiende lo que yo deseo expresarle y generalmente me responde con un gesto, o un sonido o una actitud. Cuando el chimpancé Luke, por ejemplo, me pide para jugar con él, hace un gesto apropiado, que sabe que ya yo entiendo. Cuando yo quiero que él venga a jugar o hacer grooming, le digo algunas palabras, que sé que el entiende, y lo acompaño con gestos apropriados.
A traves de la vida de años en conjunto, nosotros tenemos una forma de comunicación más evolucionada que los simples gestos observados en la comunicación de chimpancés en vida libre, con poco o ningun contacto humano, ya que la palabra humana es un componente poderoso de aquella comunicación, que ayuda los gestos, actitudes y sonidos, para hacerse comprender entre nosotros.
Cuando un chimpancé desea algo, sabe como pedirlo, así como también nosotros sabemos como pedirles algo a ellos. Los chimpancés civilizados, especialmente aquellos que no tienen disturbios mentales, que se criaron desde pequeños con nosotros, saben se comunicar e interaccionar con los humanos, con gran facilidad y eficiencia. Ambos de nosotros, tenemos un lenguaje propio que es una mezcla de gestos, actitudes, palabras, frases y sonidos. Quizás algun día los bebes y adolescentes del Santuario consigan perfeccionar todavia más la comunicación con los humanos, haciendose entender con más precisión y comprendiendo más facilmente nuestras enseñanzas.
Como siempre decimos, nosotros aprendimos a hablar solo hace 50.000 años. Los Homos primitivos se comunicaban con gestos, sonidos y actitudes que no eran palabras. Poco a poco aquellos sonidos se transformaron en palabras, y las mismas se articularon en frases, surgiendo así el lenguaje humano. Eran seres humanos que no hablaban, pero no dejaban de ser humanos por eso. Algo que negamos a los chimpancés hasta hoy.
Aquellos que por algunas horas nos puedan observar, en el relacionamiento entre chimpancés y humanos, pueden hasta pensar que enloquecemos, ya que nos ven hablando con ellos, con palabras y gestos y ellos correspondiendose con nosotros, con sonidos y gestos.
El Santuario no es un mundo de silencios como muchos pueden imaginar. Es un mundo rico en imágenes, gestos, actitudes, palabras y sonidos; una forma que entre ellos y nosotros hemos desarrollado, a traves de los años, para poder convivir y entendernos mutuamente en aquel mundo propio y diferente de ambas especies.
Existe también una lectura de la mente. En un reciente articulo en el diario O Estado de S. Paulo, el biologo Fernando Reinach, profundiza en el tema, va de la lectura labial a la mental. También es otro recurso que los chimpancés poseeen. Ellos son grandes observadores, y observandonos intentan penetrar en nuestro pensamiento y saber lo que pasa por nuestra mente en un momento especifico, o lo que deseamos transmitirle a ellos. Mientras más observador es un individuo – ya sea primata humano o no-humano – más capacidad tiene de leer la mente de los otros, de esa forma entendiendose y haciendose entender. La lectura de la mente es otra calidad que los chimpancés usan en su forma de comunicarse tanto entre ellos como con nosotros. Muy posiblemente entre ellos la lectura de la mente es mucho más precisa que con los humanos. Observandose entre ellos, algo que hacen y mucho, consiguen interpretar y anticipar acciones de los otros primates, facilitando la vida en conjunto y la forma de comunicación entre ellos.
Muchas sorpresas nos aguardan en el futuro. Vamos a entender que nuestra especie no es todo aquello que se piensa y que otros se asemejan más, en todo sentido, de lo que hasta ahora aceptamos.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Projeto GAP Internacional
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