CENTENAS DE MONOS MUERTOS POR LA NICOTINA
publicado en 29 May 2008

En la Universidad de la Ciencia y la Salud de Oregon, en los Estados Unidos, un ser que es un monstruo, Eliot Spindel, lleva 24 años torturando pequeños monos y sus madres en un experimento sin sentido que solo ha servido para ayudar a la industria del cigarro a mantener el vicio que mata a millones de humanos.

El Instituto Nacional de Salud Norteamericano (NIH) ha financiado con millones de dolares las experiencias del monstruo Spindel y su grupo, y le ha garantizado más recursos hasta el año 2012. Que él haceω Implanta en monas embarazadas en su laboratorio, unas bombitas que liberan nicotina en su cuerpo durante el embarazo, para ver los efectos de la nicotina en los bebes, y extrapolar para los humanos. Durante el embarazo, en muchos casos, los bebes son extraidos del utero de la madre, para abrir sus pulmones y ver los efectos de la nicotina.

Entre 1998 y 2000 el defensor de los animales Matt Rossell actuó como agente encubierto dentro de los laboratorios de Spindel, y presenció escenas terribles, algunas que transmitió a la sociedad. ωEntre las cosas más aterrorizantes que ví en el laboratorio ω él confiesa ω presencié como los tecnicos arrancavan por sorpresa los bebes de las madres que los alimentavan. Una mano humano dentro de un guante grueso de cuero penetraba en la jaula, y de forma rapida, agarraba al bebe por los brazos y hombro, y lo arrancava de la madre y lo ponía para fuera, mientras la madre luchava sin suceso para impedirlo, y lloraba y gritaba de desesperación, generando un pandemonio dentro de la comunidad de los monos que estaban en las otras jaulas y presenciaba lo que sucedíaω.

Durante el embarazo el implante de la bombita de nicotina en la espalda de las monas debía ser substituido varias veces, haciendo cirugia en las madres en cada oportunidad, generando un trauma intenso. La utilidad de esas experiencias monstruosas que ya duran 24 años han sido nulas. Solo el trabajo con humanos ha demostrado realmente el mal que hace el fumar en las mujeres embarazadas y sus bebes. Las experiencias con los monos, usando las bombitas de nicotina, no fueron nunca conclusivas y la industria del tabaco las usó por mucho tiempo como una prueba de que el fumar no tenía consecuencias en las mujeres embarazadas.

Tenemos que dar um BASTA en estas experiencias y desenmascarar ante el mundo este monstruo y su grupo que le da cobertura. El Comité ω que segun la ley cuida de que las experiencias realizadas no sean crueles ω está formado por los propios empleados del laboratorio que vive de los recursos del Gobierno Norteamericano que lo financia, así que aprueba todos los procedimientos como ético y morales.

Escriba a la Universidad y al NIH Norteamericano, protestando y pidiendo el fin de las experiencias. Reproducimos aqui la carta modelo:

Elizabeth G. Nabel, M.D.
Director, National Heart, Lung and Blood Institute
nabele@nhlbi.nih.gov 
Joseph Robertson Jr., MD
President OHSU
robertjo@ohsu.edu