Catarina es la chimpancé mas humanizada que ya recibimos de circos. Sin embargo, en dos semanas en el Santuario sus origenes están regresando a su cerebro y su comportamiento cambiando. La Dra. Camila la fue a fotografiar con una camara y ella se quedó furiosa y agresiva. Lo mismo nos aconteció con Hulk meses atrás, despues de la operación que le devolvió la visión, llevamos camaras para filmarlo y él se quedó irritado y agresivo. Hasta hoy eso se repite. Las camaras simbolizan para estos chimpancés, que fueron explotados en espectaculos de entretenimiento, el regreso al pasado que odian y rechazan.
Catarina hoy anda constantemente por su recinto de mas de mil metros cuadrados y sube de vez en cuando a la plataforma que queda encima de la casita, que aparece en la foto, para mirar una gran parte del Santuario, y observar otros chimpancés a distancia.
Ella se queda una gran parte del tiempo en las ventanas, procurando otros chimpancés, desde el grupo de Guga que está en una cerca electrica contigua, como de Hulk que está en otra a pocos metros de ella. Del otro lado, está un recinto con 3 machos jovenes: Tião, Noel y Carlos. Allí es pura testosterona juvenil, con muchos juegos y vocalizaciones muy frecuentes. Ella los acompaña por las ventanas.
Catarina es selectiva en las comidas. Las frutas que mas le agradan son las uvas, peras, manzanas, bananas y caqui (una fruta de origen japonesa). También le agradan gelatinas, así como jugos de frutas diversos. Ella agarra la comida en la bandeja del comedor y la lleva para la casita que está en el centro del recinto, y allí va comiendo. A veces sienta en la hierba y agarra algunas plantas rastreras para comer el tallo de ellas. Por la tarde, cuando los tratadores hacen la limpieza del cuarto, pide a alguno de ellos que le acaricie algun punto de su espalda.
En el fin de semana pasado, llegué temprano, a las 7 AM, para darle la primera comida, ella vino a mi encuentro, me extendió la mano, la cual besé, agarró algunas frutas y fue a comer su primera refección en su casita, acostada en la red que tiene en su interior.
Catarina ahora tiene un solo temor en su vida y es regresar al pasado y ser de nuevo un objeto de explotación comercial de humanos, o que ya experimentó durante 30 años y que sin dudas – como un ser inteligente que es – no le trae buenas recordaciones.
Dr. Pedro A Ynterian
Presidente, Proyeto GAP Internacional