En las materias que hicimos a raiz de la muerte del gorila Idi Amin, en el Zoológico de Belo Horizonte (Brasil), lanzamos la sospecha de que él hubiese muerto debido a las consecuencias de procedimientos anestésicos a que fue sometido, como se podía deducir del comunicado oficial del Zoológico.

Vean:
...”La entidad afirmó todavia que en la mañana de este miercoles fue realizada una intervención farmacologica para colecta de muestras para nuevos examenes.” Infelizmente, debido a su estado debilitado, Idi presentó una parada cardiorespiratoria irreversible y murió a las 11 de la mañana”. Según la Fundación Zoobotanica, todavia hoy será realizada la autopsia del animal. El resultado debe quedar pronto en aproximados 30 días, que será el certificado final de defunción con la causa de la muerte” … (esto fue publicado en la epoca de su muerte en portugues)

La anestesia es una causa muy comun de muerte en animales en zoológicos. Las autopsias, muchas de ellas fabricadas, no relatan lo que realmente sucedió. Es dificil controlar la anestesia en un animal selvaje. Nosotros hemos ya experimentado eso varias veces. Por eso, sólo anestesiamos un chimpancé en ultima instancia, cuando no existe otro recurso. Si la enfermedad no es grave, evitamos las anestesias. Ya pasamos muchos sustos y colocamos en riesgo la vida de aquellos seres.

Sin sombra de dudas que el gorila Idi Amin no era el candidato adecuado para juntar con dos gorilas jovenes venidas de Inglaterra, en un trabajo de marketing politico, que costó más de un cuarto de millón de dolares, y que terminó con la muerte tragica del único gorila que existia en el Brasil y en America del Sur.

Un ambientalista de Minas Gerais adoptó una actitud, la unica que quedaba, en homenaje al Dia del Medio Ambiente, dias atrás: entró con un pedido en los Tribunales para solicitar el certificado oficial de defunción, con la causa de la muerte, que es mantenido cerrado a siete llaves en aquel Zoológico, que provocó la muerte prematura de Idi.

Como es habitual en los comunicados de los zoológicos, para justificar muertes, colocaron que el gorila tenía edad avanzada, cuando ni llegaba a los 40 años, y todos saben que podría vivir varias decadas más.

El periodista y ambientalista brasilero, Heleno Maia, presidente del Instituto Heleno Maia, declaró al anunciar su pedido a los Tribunales: “La Institución (Zoo) me informó que sólo puedo ver el certificado con el permiso del Presidente, intenté varias veces infructuosamente”.

En el Brasil, hay una nueva Ley aprobada que obliga a todas las entidades publicas a responder cualquier pedido de información de los ciudadanos, es la Ley de la Transparencia. En este preciso momento, el Zoológico se niega a mostrar la verdad de lo que sucedió con el gorila Idi Amin, en abierta transgresión a nueva Ley.

Algo que debe ser questionado también es la participación de la Organización John Aspinall, de Inglaterra, en todo este proceso. Esta Organización que tiene dos zoológicos y un hotel turistico en la Isla Britanica, explota la exhibición de sus gorilas y también abastece otros zoológicos mundiales con gorilas jovenes que allí nacen, separandolos sin dolor de sus familias, y creando más primates perturbados en el mundo. Técnicos de la John Aspinall estuvieron en el Brasil y aprobaron el envio de las dos gorilas, sin considerar que la salud de Idi Amin no le permitiría resistir ese stress después de años de soledad.

Estamos desconfiados sobre el certificado de defunción allí producido, ya que es fácil desviar la verdad, con un lenguaje pseudotecnico. De todas formas, la iniciativa del ambientalista brasileño debe ser respaldada por todos aquellos que defienden la Protección Animal.

Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional

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