Black habló y la justicia humana lo escuchó
publicado en 22 May 2019

No se asusten. No es fake news. Los Chimpancés, como todos los seres humanos vivos, tienen una forma de expresar sus sentimientos y deseos. Los Chimpancés se parecen mucho a los humanos, en la comunicación de sus emociones y estado de espíritu. Nosotros, que llevamos 20 años conviviendo con ellos, podemos dar fé de sus aptitudes. La comunicación de los Chimpancés es por gestos, expresiones faciales, actitudes y de los diversos tipos de sonidos que emiten. Hace millones de años, nosotros también nos comunicábamos así, fuimos evolucionando hasta desarrollar nuestro lenguaje, hablado y escrito.

En la polémica en torno de Black, desatada por humanos, nunca se paró para pensar porqué no preguntarle a él mismo, cuál sería su preferencia de destino. Pero no tardó mucho en que Black, en su forma de expresión, habló lo que él «NO DESEA’. Y era quedarse en el zoológico. ¿Cómo sucedió esto? Muy simple: Una semana después de su traslado a nuestro Santuario, una delegación del Zoológico fué a visitarlo, como estaba previamente combinado, para evaluar cómo estaba. Cuando Black, vió al personal del zoológico se enfadó de verdad, pensó que de nuevo, lo quitarían del Santuario, para devolverlo al Zoo. Como no sabía lo que estaba pasando, empezó a pedir ayuda a nuestro personal, que lo había traído, para que no lo lleven de allí. En ese momento, Black habló para todos los que sinceramente desean lo mejor para él, que su decisión es quedarse en el Santuario, acompañado por sus iguales y no como pieza de exhibición, para los humanos en un zoológico.

No es la primera vez que sucede. En el pasado, algunos ex-propietarios, para así llamarlos, de Chimpancés que están con nosotros, desearon visitarlos. Inicialmente no hacíamos obstáculos, hasta que percibimos que la reacción era muy negativa. Ellos se ponían bravos, enojados, rechazaban la visita y dejamos de aceptarlos. Los Chimpancés no entienden por qué están allí, pero saben comparar su miserable vida anterior, con la vida actual, sin exposición al público y ven en el tiempo pasado, representado por aquellos que eran sus ex dueños, la vuelta a una vida no deseada.

Generalmente, un Chimpancé, difícilmente entra por su propia voluntad en una caja de transporte, si no está anestesiado. Como el Zoológico insistió que no quería anestesia, confiamos en la inteligencia y la memoria del Black, para tomar la decisión. La caja fue colocada en la presencia de nuestro equipo técnico. Había una persona, que él debe haber conocido de la época que se quedó unos meses en el Santuario, mientras su recinto era reformado. Él se acordó de la caja en la que fué y en la caja que regresó al zoológico. Él vio en aquella situación, una clara señalización de qué, si entraba en aquella caja, volvería al lugar adonde estaban sus iguales. Pensó 2 horas y entró, en silencio, sin hacer reacción al ser encerrado y durante todo el viaje, se quedó en silencio. Él sabía adónde iba. Los gritos de los Chimpancés del Santuario, al entrar por la puerta de la Carretera Castello Branco, le confirmaron que había tomado la decisión correcta.

Black, vivió gran parte de su vida en un ex recinto rodeado de muros, donde el público lo veía de arriba y lo perturbaba 10 horas al día. Las otras 14 horas, pasaba en un minúsculo cubículo cerrado, de menos de 20 metros cuadrados, junto con los restos de la comida de aquella noche. Cualquier ser inteligente colocado en ésta situación, se enloquece.

A aquellos que defienden su permanencia en el Zoológico, los desafiamos que se queden 1 semana en aquél recinto, en las condiciones que Black vivía. Nunca más defenderán, mantener a los Chimpancés en los Zoológico.

La rutina de Black en nuestro Santuario, como de los otros 50 iguales a él, es muy diferente. Nosotros somos, entre los pocos Santuarios en el mundo, en que los Chimpancés son totalmente libres, dentro del territorio de su recinto, que tienen acceso las 24 horas al dormitorio, al comedor y al exterior. Ellos eligen si duermen dentro o fuera. Afuera tienen casas altas, con plataformas que dominan una gran parte del Santuario y de los otros recintos. Esta libertad no existe en ningún Zoológico de Brasil o del mundo, que yo conozca. Los Chimpancés de grande parte de los zoológicos, se quedan 14 horas al día, encerrados en pequeños cubículos, junto con la comida y los roedores que rodean sus recintos y sus alimentos.

La parte externa de nuestros recintos, van desde 1.000 hasta 14.000 metros cuadrados. Tenemos un recinto con 3 chimpancés, en 14.000 metros cuadrados. No existe ningún Zoológico en el mundo, que pueda ofrecer esa calidad de vida a un Gran Primate.

Otra de las falacias comentadas en los últimos días es sobre la vegetación. ¿Por qué no tiene árboles en el recinto de Black? Primero él está en cuarentena, hasta comprobar que no puede transmitir alguna enfermedad a sus nuevos amigos y en segundo lugar, los Chimpancés no viven en árboles. En la selva Africana, ellos, hacen sus nidos en los árboles, para defenderse de los depredadores, que son muchos y hacen el nido en un lugar diferente, a cada noche. Durante el día, se desplazan en tierra firme. Tienen áreas en África, donde existen cuevas naturales, prefieren pasar allí, duante la noche.

Tenemos algunos recintos con árboles, que estaban allí, cuando construimos los mismos. Sólo los bebés y pequeños, suben de vez en cuando en los árboles para jugar, pero los adultos no tienen esa costumbre.

Los Chimpancés tienen todas las comodidades que necesitan, tienen camas si desean dormir en ellas, o mantas para hacer sus nidos en el suelo, de las construcciones. Algunos duermen en los cestos aéreos, construídos en el techo de las casas. Ésto ocurre especialmente, para los que padecen de claustrofobia, adquirida en circos y zoológicos y se niegan a entrar en algún lugar, que tenga una puerta que pueda ser cerrada.

Al final de ésta historia absurda, somos los primeros en reconocer que el dilema no es el zoológico frente al santuario, sino a la esclavitud, frente a la libertad. Los Santuarios existen para dar una vida mejor y más decente a miles de Grandes Primates, que en circos, zoológicos, laboratorios de experiencias médicas y cautiverios privados, pasaron una gran parte de sus vidas, de manera miserable.

La raza humana, que tanto desarrolló tecnología y mejoró las condiciones de vida de sus iguales, no puede considerar que circos con animales y zoológicos, son algunos de los destaques realizados en el proceso civilizatorio. Encerrar animales, entre muros y rejas para exhibirlos, sin pensar en el sufrimiento que ocasionan a esos seres inocentes, es una prueba de crueldad sin sentido, que está cerca de terminar.

Black ya habló por todos aquellos que no quieren ser más EXPLOTADOS. ¡La Justicia humana lo escuchó y lo liberó!

Dr. Pedro A. Ynterian

Secretario General del Proyecto GAP Internacional