El chimpancé Billy, de 28 años, es uno de los más humanizados en el Santuario de Grandes Primates de Sorocaba, Sao Paulo, Brasil. Fue comprado por el circo Kroner cuando aún era un bebé y “trabajó” en las arenas hasta 2004, cuando finalmente fue trasladado al Santuario.
Es un chimpancé muy inteligente e individualista; a veces explosivo, no le gusta compartir sus cosas. Cuando estaba en el circo, aún muy joven, vivió por poco tiempo con dos chimpancés que también están en el Santuario, Tião y Monica. Pero como no tiene buenos recuerdos de esa época, no se llevaban bien, y por eso no viven juntos.
Aunque no es muy sociable con otros chimpancés, es cariñoso y muy juguetón. Le encanta ver su reflejo en el espejo. Es muy expresivo, pide lo que quiere con gestos y le gusta señalar las partes de su rostro.
Billy es un ejemplo de cómo los chimpancés humanizados pueden estar fuera de su entorno natural. A pesar de ser un indicador de lo inteligente que es, su comportamiento siempre será un recordatorio de los años que vivió, por error, en el circo. En el Santuario, el propósito es ofrecerle a Billy la mejor calidad de vida posible, respetando su personalidad e historia y fomentando, siempre que sea posible, un comportamiento natural.