Un bonobo de tres meses de edad, de nombre Billi, viajó en los ultimos dias de enero de Gran Bretaña a Frankfurt, en Alemania, acompañado del tratador del Zoológico de Birminghan, en la clase ejecutiva, ya que era muy pequeño para enviarlo, como es habitual, en el sector de carga del avión.
Según el zoológico la madre no aceptó criarlo, y está siendo criado por humanos en el Zoologico con alimentación artificial, hasta estar suficientemente fuerte, para poder viajar. El plan era juntarlo con una madre bonobo adoptiva del grupo que vive en el Zoologico de Frankfurt, y posteriormente integrarlo al grupo de primatas que allí existe.
Billi abordó el avión con un tipo de pasaporte especial con el nombre de «Billi, el Bonobo», y durante el viaje en el avión de Lufthansa permaneció en los brazos del tratador.